El fútbol nacional se enriquecería y crecería con más extranjeros como el mexicano Daniel Arreola, alguien sin excusas, que desde su llegada demostró su valía y profesionalismo.
Aquella vieja confiable que traen muchos foráneos que necesitan un tiempito para acomodarse, conocer el torneo local, tantear la dinámica o tantas otras habladas se volvió algo normal, por lo que cuando llega una persona que no echa mano de eso a muchos sorprende.
La explicación del por qué el jugador azteca ha encajado como anillo al dedo en el León, el por qué pareciera que tiene años jugando en la Liga es sencilla, puro trabajo desde el día que arribó al país.
Por citar un ejemplo, Daniel pasó solo el Año Nuevo en Costa Rica porque decidió quedarse trabajando en lo físico antes que sus compañeros se integraran al club luego de las vacaciones.
Al jugador le dieron permiso para irse a México, pasarla con su familia y volver al país para su presentación el 4 de enero, días que se hubiera perdido de haber tomado esa opción.
Pequeñas acciones como esas, son las que están marcando grandes diferencias en estos momentos y explican porque la afición rojinegra se llevó una muy grata impresión con un jugador que conocían poco.
Arreola se sentó con La Teja y conversó largo y tendido sobre su llegada al campeón nacional, quién es como jugador y por citar otro ejemplo por qué le encantan situaciones como la del miércoles pasado cuando se comió el chicharrón de tirar el último penal en la serie contra Olimpia de Honduras.
“En el partido una de las cosas que más extrañé y deseaba... imagínate tirar un penal así y que el estadio estuviera lleno, me hubiera encantado hacerlo así, hubiera sido el broche de oro, ya llegará el día de hacerlo, esperemos que pronto la gente pueda volver al estadio”, comentó.
-Hay una muy buena impresión en general sobre su juego y rendimiento, ¿se ha dado cuenta?
La verdad que sí, la gente acá es muy cálida y apasionada, eso me lo transmiten cuando estoy en la calle o por medio de mis redes sociales, lo siento, me gusta mucho el calor de la gente, habla de una pasión que a todo jugador le gusta.
La gente dice que Agustín Lleida no iba a traerse un paquetazo sino un jugador de calidad, ¿eso era un compromiso para usted?
Los dos sabemos de la capacidad y como lo dije en mi presentación vengo a trabajar, a ganarme un puesto, a la gente me la quiero ganar en la cancha como debe ser, no con palabras sino con actuaciones, esa es la intención.
Ante Olimpia lo nombraron el jugador del partido y se ve que su integración al equipo ha sido muy buena, ¿le llama la atención esa adaptación tan rápida?
Empezar así una nueva etapa, al menos en mi caso, es como siempre lo visualizo, siempre lo vi así, no soy de esas personas que necesita o espera que pasen ciertas jornadas o poner algún pretexto que estamos apenas acoplándonos y conociendo la liga.
Yo simplemente llegué a trabajar, por eso digo que hay que hablar sobre la cancha, somos profesionales, este es nuestro trabajo y tenemos que hacerlo de la mejor manera siempre, sin poner pretextos ni excusas, siempre me he manejado así. Creo que es el inicio de grandes cosas, yo me veo consiguiendo más cosas y dejando una huella aquí.
Al fútbol de Costa Rica vienen muchos extranjeros que si piden ese tiempo para acomodarse y adaptarse y la prensa o afición los justifica, ese no es su caso entonces.
No puedo hablar por los demás, quizás lo hacen por dejarse un margen y ver si les va bien o no, pero al final a nosotros nos juzgan por lo que hacemos en la cancha , por eso te lo repito, a mí me gusta hablar en la cancha, soy hombre de pocas palabras afuera, pero en la cancha lo dejaré todo. Conforme pasen las jornadas irán viendo más de mí.
Usted tiene cuatro partidos en Alajuelense, pero da la impresión que fueran años, ¿lo compañeros lo han cobijado tan bien?
Sí, claro, ellos me hacen sentir así, desde el día que llegué me cobijaron, la gente, la afición, la directiva, todos me recibieron de gran manera y a la gente que tenía dudas de mí está en todo su derecho cuando llega alguien que tal vez no conoce y más de la forma que yo llegué.
¿La duda con su fichaje era normal? Estamos hablando de un jugador que nunca había jugado fuera de México y viene en una etapa madura (35 años), algunos pensaban ¿será que es que ya no rinde y por eso no pudo quedarse allá?
Totalmente, eso es algo bien chistoso porque mira, bien lo dices, estaban las dudas de la edad y eso, pero yo vine por un reto, primero personal, salir de una zona de confort, de una liga en la que estuve por más de doce años, que ya conocía muy bien.
Salí para venir a un equipo campeón, con la mejor afición del país, eso para mí como jugador y profesional representa mucho, sé la gran responsabilidad que significa eso. Yo me siento en mi mejor etapa futbolística y mental, me siento muy cómodo.
Usted llegó como sustituto de un líder del vestuario y una pieza importante para ganar la 30 por su experiencia como fue Adolfo Machado, ¿suplir ese rol es otra de sus responsabilidades?
Claro, es una doble responsabilidad, es parte de este reto, sé que vengo al puesto de un jugador que querían y respetaban mucho, por eso sé que tenía que trabajar muy duro, yo vine a trabajar desde el día uno y mi cabeza y mente estuvo así.
Yo pasé acá Año Nuevo solo con tal de poder estar unos días antes que llegara el equipo para poder entrenar y estar a punto para el día que ellos llegaran estar al parejo y esas son cosas, trabajos invisibles que al final empiezan a dar frutos cuando llega la hora del partido.
Esos detalles hablan de su profesionalismo y que su adaptación no es un tema de magia, sino de muchos sacrificios como tiempo en familia y tiempo libre.
Es que eso es parte de esto, de ese trabajo invisible, no es que me guste contarlo, pero ese el compromiso que tengo al venir acá y por lo que acepté, me pude haber ido a pasar Año Nuevo con la familia (tiene esposa y tres hijos), pero no quise para no perder unos días de trabajo, era importante para estar disponible desde el primer partido, no perderme nada por ninguna excusa.
Fue difícil no estar con ellos allá en Año Nuevo, es la primera vez que me pasa, pero todo tiene sus frutos y beneficios, pero no me arrepiento y lo volvería a hacer con tal de vivir lo que estoy pasando.
¿Que le dieran el quinto penal en la serie ante Olimpia para clasificar a una final de un torneo internacional habla mucho de la confianza que ya le tienen?
Claro y lo agradezco, al final del partido le agradecí a los compañeros el voto de confianza, ese penal lo agarré con toda la confianza, sé lo que llevaba y de hecho esos escenarios son los que me gustan, es lo que hacen a un jugador sentirse vivo, es cuando más tiene que sacar los hombros y levantarlos. Yo pedí patear un penal y los compañeros fueron los que me dieron el chance que fuera el último.
¿El gol de tiro libre es algo que tiene pendiente todavía?
Totalmente, es algo que se practica, en la semana unos que nos quedamos a practicar y cuando llegue la oportunidad siempre lo voy a intentar si los compañeros me dan el chance, me gusta levantar la mano porque sí lo traigo ahí atorado, pero bueno... ya llegará, todo con calma.
¿Qué le ha parecido el CAR? ¿Cómo lo ve en comparación a la infraestructura en México?
Yo estoy fascinado con lo que es el CAR, hay equipos en México que no tienen esto, le compite a cualquiera a nivel mundial, te lo digo, lo que tiene el CAR, la facilidad de gimnasio, canchas, terapias, vestidores, comedor, eso muy pocos clubes lo tienen así de bien, siempre le hará mejor al jugador, tenerlo todo ahí sin tener que ir a otro lado es fenomenal.
De todas estas cosas se dan cuenta en México, ¿es algo que notan y hablan?
Fíjate que he recibido muchos comentarios de amigos y también de periodistas de allá y están asombrados con lo que tienen acá y a nivel futbolístico México está volteando mucho para acá y eso habla muy bien y por el gran trabajo que está haciendo el equipo. Hacen que los demás vean hacia acá.