Detenido desde el 20 de enero, acusado de violar a una joven de 23 años en la discoteca Sutton, en Barcelona, el lateral Daniel Alves se pronunció por primera vez sobre el caso. En una entrevista con el diario español La Vanguardia, el brasileño, de 40 años, volvió a afirmar ser inocente y aseguró que no sabe por qué la mujer hizo la denuncia, pero que la perdona por cualquier acusación falsa.
“Tengo la conciencia tranquila. Nunca lastimé intencionalmente a nadie. No sé si ella tiene la conciencia tranquila, si duerme bien por la noche. La perdono, todavía no sé por qué hizo todo esto, pero la perdono”, dijo Alves.
El exlateral derecho fue quien pidió conceder la entrevista, que duró más de dos horas, al portal español. La idea de Alves era dar a conocer su opinión sobre el caso y aclarar su versión, que fue contada en cinco versiones diferentes para el Tribunal de Justicia de España.
Además, Alves aprovechó para ofrecer disculpas a su exmujer Joana Sanz, la modelo que anunció en redes sociales la separación con el brasileño a mediados de marzo. El exjugador entiende que ella es la única persona a la que le debe una disculpa.
“Pedir disculpas a la única persona con la que tengo que disculparme, que es mi mujer, Joana Sanz. La mujer con la que estuve casado ocho años, con quien todavía estoy casado y espero vivir toda mi vida. Yo personalmente le he pedido perdón aquí, en la cárcel, pero debo hacerlo públicamente, porque la historia es pública, la ofensa es pública y ella merece estas disculpas”, comentó.
El brasileño afirma que tuvo que mentir porque tenía miedo de perder a su esposa y trató desesperadamente de salvar su matrimonio.
“Si alguien ha amado alguna vez de verdad, si ha conocido el amor verdadero como yo lo hice, sabrá que para mantener ese amor se hace de todo. Y mentí. Tenía miedo de perder a Joana y por eso mentí. Luché desesperadamente para salvar mi matrimonio de la infidelidad, sin importar las consecuencias que estoy pagando”.
Durante la entrevista, el deportista también comentó lo sucedido en la discoteca y dijo que si alguien le hubiera informado que lo acusaron de violencia sexual, habría ido directo a la comisaría para aclarar todo a las autoridades.
“Cuando la mujer con la que tengo un problema sale del baño detrás de mí, me quedo un rato en mi escritorio. Al salir, supe por las imágenes que pasé cerca de donde lloraba la mujer. No la vi. Si la hubiera visto llorar, me hubiera detenido a preguntar qué estaba pasando. En ese momento, si alguien a cargo de la discoteca me hubiera pedido que esperara porque la chica decía que la había agredido sexualmente, no me iba”, informó Alves.
Según el diario español El Periódico, también de España, la investigación del caso llegó a su fin la semana pasada y el juicio tendrá lugar en octubre y noviembre de este año.
El portal también afirma que el brasileño no tendrá libertad otorgada y deberá esperar la decisión final dentro de la prisión de Brians 2.