Las broncas, los lamentables espectáculos de las barras bravas y el desperdicio de recursos de policías escoltando a estos grupos afines a los principales quipos de fútbol podrían tener un final cercano.
Este martes la Comisión de Juventud, Niñez y Adolescencia, presidida por la diputada María José Corrales, de Liberación Nacional, le dio luz verde al Proyecto 21.159 que previene y sanciona los actos de racismo en el deporte y “elimina del todo las denominadas barras bravas” como La Doce, La Ultra o La Garra.
La iniciativa fue aprobada por los cinco diputados que la conforman. La impulsora María José Corrales, Harllam Hoepelmann del bloque Nueva República, Catalina Montero de Acción Ciudadana junto a Mileyde Alvarado y Floria Segreda de Restauración Nacional.
“El proyecto establece sanciones administrativas contra los equipos deportivos, sus dirigentes, atletas, árbitros y aficionados que incurran en estos delitos y se prohíbe la presencia de las llamadas barras bravas en los estadios de fútbol.
“Ya es hora de devolverle el ambiente tranquilo de convivencia a los recintos deportivos, ya es hora de promover una cultura de paz en el deporte y dejemos de darle un mal ejemplo a las actuales y futuras generaciones”, enfatizó la legisladora Corrales.
Ahora el proyecto pasará al plenario, donde si es aprobado en los dos debates a los que se someterá, pasará a ser ley de la República una vez salga publicado en el diario La Gaceta.
El primer debate sería el 30 de noviembre, mientras que el segundo se discutiría en diciembre, antes que los diputados salgan a las vacaciones de fin de año, el 20 de diciembre.
Consultamos con integrantes de las barras manudas y moradas para saber cómo toman la noticia y, de entrada, Erre, de La Doce, se preguntó cómo saben los diputados quién es miembro de una barra y quién no.
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“¿Cómo pretenden eliminarlas?, ¿quién es una barra, la gente que se mete a cantar? . ¿Cómo dicen quién es barra y quién no, cómo lo demuestran?”, brincó el manudo.
Erre, quien prefiere no identificarse por su nombre real , considera que en todas las esferas sociales hay gente que grita improperios o alza pleito en el estadio, pero como se sientan en platea, entonces no los consideran barra brava.
“Las plateas son el lugar donde más gente vulgar hay, ahí consumen alcohol y son de estatus alto. Ahora para la legislación es fácil decir que van a eliminar las barras y ya, cuando deberían trabajar con estos grupos dándoles herramientas para integrarse a la sociedad”, enfatizó el rojinegro, quien considera que a veces las personas solo buscan sentirse identificados con un grupo que los acepte y no necesariamente para hacer problemas.
El manudo cree que lo que están buscando es eliminar el color del fútbol y aclara que con La Doce nunca van a acabar.
“El amor por los colores de la Liga es mucho más que decir si uno es parte de la barra o no”, insistió.
A respetar la ley y ya
Del lado morado, al popular Mickey Cascante, miembro de La Ultra, el tema lo dejó impactado, especialmente porque desde los 18 años ha sido parte del grupo morado y ahora tiene 43 años.
“Le he dedicado toda la vida y que ahora, de la noche a la mañana, nos quieran poner un pie encima, es hasta deprimente”, insistió el morado.
Aunque dice que no le corresponde decir cuál es la solución para estos grupos, cree que eliminarlas atenta contra sus derechos e insistió que el proyecto es radical.
Cascante explicó que, por ejemplo, el pleito que hubo el domingo 3 de noviembre entre miembros de La Ultra, en el Rosabal Cordero, se dio porque existen roces entre los integrantes que no se ponen de acuerdo.
“Es un tema bastante largo, hay roces, temas amorosos, de dinero”, detalló
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Mickey considera que el tema con las barras de fútbol es que meten a todos sus integrantes en el mismo saco y para él, de diez miembros, uno o dos son los que andan en malos pasos, mientras los demás trabajan, estudian o son profesionales.
El tibaseño cree que los han estigmatizado por años, especialmente porque entre el 2002 y 2008 La Ultra fue incontrolable.
“Los líderes de esa época no los controlaban, fui parte de esa generación también y recuerdo que ahí todos hacían lo que les daba la gana. Había grupitos que se unían para ira asaltar supermercados, pero al día de hoy todo eso se controló mucho”, comentó el saprissista.
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Cascante consideró que si el proyecto se aprueba, él hará caso porque respeta la ley, eso sí, dijo que no le quitarán su derecho de ir al estadio.
“Estamos en Costa Rica y lo que dice la Asamblea se hace o se hace. Quien no lo hace, se atiene a las consecuencias porque hasta la cárcel puede ir; no podemos hacer nada contra la ley", añadió.
El morado contó que, precisamente por la idea que tiene la gente sobre los miembros de La Ultra, a él le cuesta encontrar trabajo y cuando ha tenido y el jefe se entera, lo han despedido.
También le pedimos una opinión tanto a Saprissa como a Alajuelense, pero seguimos esperando que nos respondan.