La revolución de fútbol que quiere Wálter Centeno en el Saprissa incluye a todos sus jugadores en el campo, por lo que los arqueros no se salen de esa línea.
Paté no quiere ver a sus guardametas mandando pelotazos a lo que caiga, ni deshacerse de la pecosa apenas le llegue a los pies, sino que tengan la tranquilidad y la visión para que sean los que arranquen los ataques en el Monstruo.
“El portero tendrá mucha participación con Wálter porque a él le gusta sacar la bola desde atrás y por abajo, hemos estado trabajando conceptos que hay que hacer diferencia numérica atrás, es un estilo en el que el portero está metido de lleno”, comentó el meta Aarón Cruz.
El miércoles pasado, en el juego ante Santos, a Cruz se le vio un poco de ese estilo que les pide Paté, sostenían más la chocobola y hasta en un par de ocasiones se vio tentado a reventarla, pero recordó las nuevas reglas de su entrenador y salió como se lo piden.
LEA MÁS: Fiebres morados demostraron que el amor por Saprissa desconoce distancias y limitaciones
“Es una regla para él, pero es que si usted se pone a ver en el Barcelona o todos los equipos importantes de Europa el portero tiene que hacerlo, es algo que él trae y tenemos que implementarlo”.
“Llevamos pocos días con Wálter, con el que tenemos que tener paciencia e ir tomando poco a poco los conceptos que pide, pero si hay que trabajar horas extra para afinar detalles como estos, lo haremos”, indicó Cruz.
Que el arquero haga caso le puede dar buena salida al equipo y más vértigo, pero también tiene que estar muy seguro y sereno con lo que hace y saber cómo es la cosa, sino es muy probable que suceda una torta que pueden lamentar.
Con este estilo, ante la presión de cualquier rival, el reventarla para salir de broncas no es una opción, lo que aumenta el riesgo.
“Ahí ya entra lo que es un trabajo en equipo, si los compañeros están bien posicionados, uno va a tener más opciones para pasar el balón, ahí vamos viendo detalles, primero una buena recepción para tener un buen pase y abrir la cancha con más facilidad”, agregó el meta.
En los tiempos de Vladimir Quesada, tanto Cruz como Kevin Briceño, quien jugó las temporadas anteriores y ahora espera mientras se recupera de una lesión, jugaban de manera más sencilla, sin tratar de complicarse mucho.
LEA MÁS: Y sigue siendo el Rey: Paté volvió a casa como los grandes
“Creo que mi juego con los pies es bueno, pero estamos en eso, uno siempre puede mejorar”, destacó.
Este sábado en el clásico nacional, los atacantes o cualquier jugador de Alajuelense estarán atentos a presionar a Cruz, para probar el nuevo estilo de Paté.