El ascenso al cerro Chirripó encierra toda una serie de emociones, al ser el punto más alto del país.
Sobre esta travesía hay de todo: hasta ciertos mitos salen a la luz cuando una persona está interesada en llegar a los 3.820 metros sobre el nivel del mar.
Gladys Marín, dueña de la agencia Tico Trail, nos contó cuáles son, en su criterio, los principales mitos que hay en torno al Chirripó.
“Muchos creen que es el cerro más difícil de ascender y no es verdad. Me parece que hay cerros más difíciles de ascender, como el cerro Dúrika, que se encuentra en Buenos Aires de Puntarenas, tiene una altura de 3.285 metros y su ascenso es muy técnico, muy difícil.
“También está el cerro Utyum, cuyo recorrido inicia en Buenos Aires de Puntarenas, pero finaliza en Limón y aunque su altura es de 3.060 metros, tiene una dificultad muy técnica, son completamente verticales”, comentó.
Otro de los mitos gira en torno a la época del año en la que se hace el ascenso. Para Marín, algunos creen que si se va de enero a marzo no les lloverá.
LEA MÁS: ¿Cuáles son los pecados que cometen los que desean llegar a la cima del Chirripó?
“La gente cree que si va en enero, febrero o marzo les hará verano. El Chirripó tiene afluencia del Caribe y puede ser que esté lloviendo, hay probabilidades de que haga clima de verano, pero en Costa Rica el clima no es seguro”, dijo.
También se cree que sí se puede ir sin entrenar y, para esta caminante, se podría hacer, pero la persona tal vez tendría dificultad para llegar o capaz que no llega. Si llega, lo haría en malas condiciones, porque para el ascenso es necesario prepararse con tres meses de antelación.
“También me han dicho que hay Ovnis, yo no he visto y se escucha mucho, también dicen que asustan en los pasillos del albergue, pero a mí no me ha pasado”, aseguró.