¿Cuál equipo es el mejor?, ¡Liga, Liga, sí señor! y no hay duda de eso, por lo menos después de las primeras siete fechas del apertura 2019, el grito de guerra erizo es toda una realidad, pues no sueltan el liderato.

Alajuelense derrotó cómodamente 4-1 a La U-Universitarios y volverá a amanecer este lunes como número uno en la tabla de posiciones del campeonato, bajando nuevamente al Monstruo de ese lugar que tomó simplemente porque jugó un día antes que el conjunto rojinegro.

Es más, tras el empate (2-2) de Saprissa ante Cartaginés en esta fecha, los manudos, que llegaron a 16 unidades, aumentaron la ventaja a tres puntos con la S (segundo) y Herediano (tercero).

Al final la derrota en el clásico no tuvo mayores consecuencias deportivas, solo fue un gancho al hígado del orgullo alajuelense.

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Los universitarios empezaron bien foforones, cualquiera que vio los primeros tres minutos de partido pudo decir: “está fea la cosa, va a estar duro”, porque estaban apretando y no llegaron a arrinconarse.

Pero los dirigidos por Minor Díaz no contaban con que apenas al minuto cuatro les iban a anotar el primer golcito, que les complicó la existencia.

Fue la mejor fórmula para que la Liga bajara de la nube a su rival.

Cristopher Meneses lanzó al área una bola de tiro libre casi desde la media cancha, José Miguel Cubero entró solo y le puso con clase la pierna derecha al balón.

Bryan Morales la tapó con buenos reflejos, pero le volvió a quedar a Cubero, quien esta vez no perdonó. La pelota pegó en el palo largo y picó adentro.

Ya con el 1-0 era otra historia, aunque al 7′ la defensa liguista se enredó sola y casi se jala una torta por no despejar como se debe la pecosa.

El marcador se pudo ampliar al minuto 19, pero todavía no sabemos cómo explicar la opción que falló Jonathan Moya, que la tuvo muerta después de un jugadón de Ariel Lassiter.

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Pero Moya no se iba a quedar con el clavo de anotar. Diez minutos después de su error compensó con el 2-0 para Alajuelense.

Jonathan otra vez recibió de Lassiter un centro bien puesto y como estaba solo, cabeceó con total tranquilidad para sacudir las redes. Ya cuando estaba celebrando, con un gran abrazo a su padre que estaba en las gradas, Luis Miguel Valle se dio cuenta que tenía que marcarlo.

Liquidaron los erizos

Cuando se reinició el juego, el cuadro académico siguió con orgullo molestando a los de casa, pero no encontró la ruta al gol y más bien en un contragolpe la Liga liquidó el partido.

De hecho, jugaba mejor La U cuando, al 64, se armó un broncón.

Lemark Hernández se chiveó con Barlon Sequiera, se estaban encarando frente a la banca visitante y todo mundo se metió.

Después de algunas tarjetas amarillas, justamente Lemark perdió la Bola con Sequeira, el joven se la puso a Marco Ureña que estaba fresco y corrió con todo, vio que Moya entraba totalmente solo y se la sirvió para que matara de derecha y pusiera el 3-0.

Juegazo de Moya, ya tenía doblete y es su tercero del torneo. Esta vez le quedaba lejos su papá como para volver a celebrar con él.

El juego estaba bajo control y prácticamente los tres puntos en la bolsa de Andrés Carevic, por lo que no había que correr riesgos.

Además, en la provincia de los mangos se vino una clase de baldazo para los minutos finales del partido que no fue jugando. Incluso daba la impresión de que Hugo Cruz debía suspenderlo por rayería, pero se la jugó y terminó el partido en esas condiciones.

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Bajo el baldazo, Marco se volvió a hacer grande con otra asistencia. Esta vez al minuto 83, cuando sirvió a Meneses que entró al área soplado y cuando Bryan venía a achicar la tocó fuerte de zurda arriba y nada que hacer, ya van cuatro en el saco universitario.

Pero como justo premio, Universitarios hizo el gol de la honra cuando el reloj marcaba el minuto 87.

Cristian Montero robó el balón, nadie lo tapó y cuando estaba frente al área pateó muy bien, sorprendiendo a Adonis Pineda que se estiró pero le pasó lejos a la pecosa que terminó dentro de su marco.