Cristiano vuelve a ser un cuerpo de ejército. Busquen por ahí y encontrarán por qué se ha reformado extraordinariamente el Madrid en 2018. Póker, asistencia, veintidós goles en la Liga ya del portugués (18 en la segunda vuelta), uno más que Suárez y a solo tres de Messi. Ya ve su sillín en la ascensión.
El portugués encontró su Liga y el Madrid cabalga sobre su ambición hasta pasar por encima del Girona, que no es golpe de suerte sino proyecto ejemplar. Constaron en acta también el partidazo de Benzema, esta vez vestido de luces, y de Asensio, jugador que condicionará el futuro del club.
El Madrid, propulsado por la Champions, ha entrado en combustión y el Girona no ha dejado de estarlo. Así que de su segundo cruce en esta Liga salió una composición lírica estupenda, un partido de acción y reacción, una muestra muy exportable de la Liga española.
El gol de Cristiano se dio a un toque, un indicativo de lo que lleva tiempo pasando: un recorte en el repertorio y la misma potencia de fuego. También le anuló Gil Manzano un gol legal a Lucas Vázquez.
Pero el Girona, con ocho jugadores de los que le subieron a Primera, es un equipo de muy cuidada elaboración, con futbolistas a los que no les asusta para nada la Primera sino que los saca a la superficie. El jugador Portu es una tamborrada en todo el frente de ataque y Mojica, al que no supo ver el Rayo, aún su propietario, un lateral de larguísimo alcance.
El esfuerzo del Girona acabó equilibrando el juego y también el marcador, en un cabezazo impetuoso de Stuani. El Madrid se vio sin ventaja sin haber hecho nada mal.
Eso habla de la grandeza del Girona, que jaló de la quema de los últimos puestos a tal velocidad que ahora ronda la eurozona.
Pero enfrente no estaba el Madrid de Montilivi ni el Cristiano de la primera vuelta ni el Benzema a bajo cero al que de cuando en cuando azota el Bernabéu.
De un pase del francés sacó Cristiano su segundo gol. Nadie como el portugués sabe valorar a Benzema, tantas veces frente al paredón.
De una combinación entre ambos llegó la sentencia, con remate final de Lucas Vázquez, caudillo rebelde contra el imperio de la BBC. Le faltó a Benzema empaquetar su actuación con gol. Lo tuvo en un remate franco, pero de ese laberinto no sale.
Al menos le sirvió a Cristiano para hacer su hat-trick en el rechace. Ahí se alivió el Madrid y le abrió otra vez la puerta al Girona. Otro cabezazo de Stuani frenó la paliza.
Aún llegaría un tercer tanto del cielo. La batalla aerea fue la única que perdió el equipo de Zidane. Bale y Cristiano colocaron los últimos adornos de un equipo tardíamente desatado.