Jonathan McDonald es el goleador del torneo con ocho anotaciones, pero hay quienes quieren bajarle el piso al manudo argumentando que cinco de ellos han sido desde el punto de penal.
Cristian Oviedo, asistente técnico de los rojinegros y uno de los mejores cobradores desde los once pasos en sus tiempos mozos con Alajuelense, defendió al delantero y recordó que tirar un penal no es comida de trompudo.
"Hay que estar ahí tirando un penal, no es cualquiera el que se para ahí y lo puede meter. Es difícil porque el portero empieza a estudiarlo a uno, cuando uno tira dos o tres, ya saben dónde los tira y hay que irlos cambiando", aseguró el asistente técnico manudo.
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Para Oviedo, McDonald lo ha venido haciendo muy bien, pese a que en el juego contra Guadalupe, el pasado 2 de febrero, el portero Luis Torres le paró una pena máxima.
Era mortal |
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13 tiros de penal de manera consecutiva llegó a anotar Cristian Oviedo. |
Agregó que la gente habla mucho y dicen que es fácil, pero hay que estar en el momento y practicarlos para poder anotarlos.
"Él los practica mucho, falló uno y este fin de semana (ante la UCR) tiró y anotó. No es cualquiera el que los anota, más en momentos claves como cuando el marcador está 1 a 0, empatado cero a cero o se juega una final", indicó Oviedo, de 39 años.
La técnica del maestro
Oviedo fue el responsable de darle dos campeonatos a Alajuelense, en el 2010 y 2013, desde el punto de penal, las dos veces contra Herediano.
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De hecho, fue el responsable del penal que le permitió a los manudos ganar su último campeonato, en diciembre del 2013, al entrar de cambio en los últimos minutos del segundo tiempo de reposición, precisamente para encargarse de ese último lanzamiento.
Cristian dio los pasos que a él siempre le funcionaron para ser efectivo en los penales.
"Me gustaba ver al portero, que se moviera y luego la colocaba otro palo, sino se movía, lo aguantaba", indicó el ahora asistente técnico.
Oviedo recordó que siempre caminaba antes de lanzarlo para desconcentrar aún más al rival y tiraba suavecito porque si le daba a la bola con muchas ganas, era muy posible que fallara.
"A McDonald lo que le pasó (ante Guadalupe) fue que no vio al portero antes de tirar, eso lo hablamos durante la semana. Le dije que siempre debe ir con la misma idea, que se vaya a un lado y luego tocarla, tener la confianza", añadió el exvolante, para quien no importa cuántos penales se tiren en un juego , siempre deben lanzarse al mismo lado.
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Cristian, retirado de las canchas desde el 2014, extraña la adrenalina de tirar penales.
"Era lo más bonito, a veces hablo con los jugadores de la Liga de eso, lo bonito que era tirar un penal y que le diera el campeonato al equipo. Se extraña muchísimo todo lo que era hacerlo, porque si lo anotabas eras el bueno y si lo fallabas, eras un villano.
"La gente dice que es suerte y no lo veo así, hay que practicar a diario, tirarlo sobrado, llegar claro y practicar lo más que se pueda, yo lo hacía siempre después de los entrenamientos unas seis o siete veces", comentó con nostalgia el rojinegro.