EscucharCosta Rica cumplió el pronóstico, vapuleó a Belice 6 a 1, en el juego de vuelta del repechaje por la Copa Oro, en un partido con poquísima resistencia.
El global, un escandaloso 13 a 1, es un fiel reflejo de las diferencias enormes entre la Sele y Belice. El gol en contra, más bien, nos sonrroja.
Con esa tremenda paliza, Costa Rica sacó el boleto a la Copa Oro, con una serie que no se debió jugar, pero la misma deficiencia del proceso, nos ha llevado a eso.
Si por los primeros diez minutos se hubiera proyectado un marcador, hubiera sido de escándalo.
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Ya iban 3 a 0, con solo un equipo en el campo de juego, con acento ofensivo, Costa Rica y otro en el papel de víctima, Belice, una lágrima de equipo.
Aquello que dijo el Piojo Herrera, de que la mejor forma de respetar a un rival, es haciendo lo que se entrena, metiendo todos los goles posibles, avasallando al rival, encontró asidero en los muchachos.
“Somos superiores, si podemos meter diez, los tenemos que meter”, es el pensamiento del Piojo. Y desde la convocatoria, se sabía que así sería.
Josimar Alcocer del Westerlo de Bélgica, Manfred Ugalde del Spartak de Moscú, Carlos Mora en Rumania, Patrick Sequeira en Portugal, por decir algunos, prácticamente, lo mejor que tiene la Sele, estaban en el campo, con la orden de avasallar.
Los primeros diez minutos Costa Rica fue una aplanadora. Creó tres opciones y mandó tres al fondo de la red.
Luego, no bajó el pie del acelerador, que estaba a medio gas, del diez en adelante, pero ya no pudo anotar con la misma frecuencia.
El juego fue disparejo, el marcador se quedó hasta corto, el sparring sirve para que algunos jugadores sumaran goles con la Sele, con Alonso Martínez y para dejar en claro la mentalidad del Piojo, si se pueden meter 10, se meten 10. Este martes se podía, pero no se llegó.
Maratón de goles
El primer gol del partido llegó antes del minuto 1, cuando Francisco Calvo buscó por las alturas a Manfred Ugalde pero Donnel Arzu anticipó y metió su cabeza, pero la desvió a su propia portería.
Al minuto 5, Alejandro Bran se hizo presente con su especialidad, un cañonazo fortísimo, que contó con la complicidad del portero Brandon Anderson.
El tercero llegó al minuto 8, con un remate potente, dentro del área de Alonso Martínez, luego de un pase de Kenneth Vargas.
Al 36 llegó el cuarto gol, luego de una corrida de Joseph Mora, que Ugalde, más pequeño que su marcador, pero con más sapiencia, ganó a su rival y enderezó a marco. Todo en el primer tiempo.
Pena
El complemento dio pena. Costa Rica recibió un gol por un despiste de esos que no se pueden permitir, de desconcentración.
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En una salida, Francisco Calvo jugó con Alexis Gamboa, quien estaba viendo pal ciprés y dejó pasar la bola. Carlos Bernardez se avivó, ante el regalo, y le dio de seguido a marco. Patrick Sequeira no estaba en posición y los beliceños le marcaron un gol a los ticos luego de casi 30 años, pues la última vez fue el 1 de diciembre del 95.
Ya el gol manchó el triunfo. Fue una pena.
Por si fuera poco, a los ticos les costó encontrarse en el complemento y pasaron algunos minutos de mal fútbol donde incluso, Patrick tuvo que intervenir.
Pero una vez pasó el bache, de unos quince minutos, la Sele otra vez recompuso.
Alejandro Bran metió su segundo gol personal, al 66, con otro cañonazo al ángulo, que dejó parado a Anderson y tres minutos después, Álvaro Zamora sumó el sexto de la Sele, luego de culminar una jugada colectiva.
