Costa Rica jugará este viernes ante una selección de Guatemala desconocida, que intenta poco a poco retomar la normalidad luego de un castigo de 19 meses impuesto por la FIFA como consecuencia de la investigación realizada en 2015 por presunta corrupción en varias federaciones del mundo.

Esto como parte del llamado “FIFAGate”, en el que también salió embarrado Eduardo “el Chino” Li, expresidente de la Fedefútbol.

Pero eso no fue todo ya que además hubo un conflicto entre la federación chapina, las leyes del país y las reglas que impone FIFA, llegando al punto de que la política metió mano en el fútbol, algo que no le cuadra al ente del balompié mundial. De ahí la fuerte sanción que dejó fuera de toda competición a ese país.

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Fue hasta el 31 de mayo del 2018 cuando cumplieron el castigo de casi dos años que les impidió participar en eventos como la Copa Oro, Uncaf, entre otros, afectando el desarrollo de futbolistas y perdiendo el ingreso de mucha plata.

Además, se les quitó el chance a los juveniles de competir y buscar la clasificación a los mundiales sub-17 y sub-20.

“Ha sido una situación crítica para nosotros como futbolistas, ya casi desesperante. Llevamos casi dos años y esto debió haberse resuelto sin estar suspendidos por FIFA como lo estamos”, dijo Marco Figueroa, líder del Sindicato de Futbolistas en una entrevista a la BBC el 1 de mayo del 2018.

En su historia, Guatemala solo ha participado en un Mundial, el sub-20 de Colombia 2011 y debido a la sanción esa generación se perdió.

La cosa no se compone

Cualquier sanción tiene sus consecuencias y en Guatemala están sufriendo esa dura realidad.

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Pedro Pablo Mijandos, periodista chapín, considera que, a casi un año del levantamiento de la suspensión, en el fútbol guatemalteco no se ha visto gran cambio, más que el regreso a la actividad.

Tampoco pueden hacer mucho porque será hasta el 3 de mayo cuando elijan al Comité Ejecutivo de la federación para los próximos cuatro años.

“Actualmente sigue la Comisión Normalizadora que impuso FIFA. Lo que podemos ver, administrativamente, es que sanearon procesos. Por ejemplo, la licitación de derechos de televisión, marcas de uniformes... Se supone que eso está mejorando después de la suspensión”, señaló Mijandos.

En la parte deportiva, el comunicador recordó que la suspensión de 19 meses impidió la participación en nueve campeonatos a selecciones juveniles y mayores, perdiendo exposición y roce internacional.

“Ha sido perder el ritmo, rodaje. Eso impidió conseguir amistosos, ya no era atractivo jugar ante Guatemala, especialmente en Estados Unidos. Costó conseguir fogueos luego de la suspensión y, por ejemplo, el año pasado se enfrentó a Israel, pero fue más por las buenas relaciones entre los países, que por la parte deportiva”, añadió Pedro Pablo.

Desde que acabó la suspensión, solamente registran dos victorias ante Cuba y cuatro derrotas ante Argentina, Ecuador, Israel y El Salvador.

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Edson Aldana, otro periodista chapín, señaló que durante los 19 meses de castigo no hubo trabajo de base, no se descubrieron nuevos futbolistas, ni se le puso el ojo a ligas menores.

Y para peores, la gente está desencantada con los sucedido, especialmente porque ven que el fútbol se volvió político y no les agrada saber que algunos dirigentes cuestionados podrían volver al cargo en mayo entrante.

“No vemos planes, estrategias, no vemos nada absolutamente. De esto no tienen la culpa los jugadores ,ni los técnicos”, mencionó Aldana.

Lo único que continuó durante la suspensión fue el torneo nacional de Guatemala.

“Ya se perdieron casi dos años y si (Guatemala) es expulsado, su fútbol necesitará 20 años para volver”, dijo en una ocasión Gianni Infantino, presidente de la FIFA, al diario guatemalteco Prensa Libre. Parece que tenía mucha razón.

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No fueron los únicos

El castigo de la FIFA a selecciones, tal y como le sucedió a Guatemala, no es nuevo.

Cabo Verde, Siria, Alemania, España, Brunei, la antigua Yugoslavia, Chile y México, entre otros, lo han sufrido por distintas razones.

Por ejemplo, Alemania, cuatro veces campeona del mundo, lo padeció en 1946 al ser expulsada de la FIFA a raíz de su papel en la Segunda Guerra Mundial.

“En 1947 cuatro naciones (Inglaterra, Finlandia, Austria y Uruguay) solicitaron su readmisión, pero Jules Rimet, creador de la Copa Mundo y presidente de la FIFA, bloqueó la propuesta. Durante cinco años los alemanes permanecieron al margen y solo fueron readmitidos en 1950”, señala la revista Semana.

Alemania regresó al Mundial de Suiza 1954 y terminó alzando la Copa del Mundo.

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Mientras que a los aztecas les tocó una sanción por los hechos sucedidos en 1988, que le permitieron a Costa Rica ir a su primer Mundial, en Italia 90.

"Este periodo para el fútbol mexicano, conocido como “Los Cachirules”, se originó cuando se descubrió que la selección sub-20 había utilizado, al menos, a cuatro jugadores que sobrepasaban la edad límite en la ronda de clasificación rumbo al Mundial que se realizaría en Arabia Saudita en 1989. Dicho torneo se jugó en Guatemala, en abril de 1988.

“El periodista Antonio Moreno dio a conocer el caso, que pronto llegó a oídos de Concacaf y que terminó en la eliminación del Tri sub-20 del proceso y dos años de suspensión para esta selección”, relata el sitio www.publimetro.com.mx.

Los hechos se pusieron peor con la falsificación de documentos oficiales y la negativa de los directivos mexicanos de reconocer su error, entonces la FIFA no solo confirmó la sanción, sino que aumentó la suspensión de dos años a todas las selecciones mexicanas, por lo que no el Tri no acudió a los Juegos Olímpicos de 1988, pese a estar clasificado, ni pudo participar en el proceso rumbo al Mundial de Italia 90.