Los caprichos por poco le salen caro a Luis Fernando Suárez, el desastre de selección que armó para este sábado apenas pudo rescatar el marcador ante Martinica, pero no el mal sabor de boca que dejó la victoria in extremis 2-1 en Martinica.

Fue la inspiración de tres jugadores en buen momento lo que salvó las papas, un Suhander Zúñiga que armó las jugadas de los dos goles y las definiciones de Aarón Suárez y Anthony Contreras, quienes vinieron desde el banquillo a salvarle el cuello al entrenador.

La opción de ir al ‘Final four’ de la Liga de Naciones está viva, si el martes en el estadio Nacional se derrota a Panamá.

Poco de lo que hizo la Tricolor este sábado en el Caribe se puede rescatar, el funcionamiento fue un ridículo, la construcción de juego nula, la definición para llorar y la imagen que dejó en la cancha redondeó el bañazo que, por cosa de cinco minutos, pudo haber sido histórico.

Estar al borde de la derrota con una selección que ni siquiera está en el ranking de la FIFA es un ridículo y punto. No salgamos con las habladas que las distancias se han acortado. A las islas del caribe se les golea como hizo Estados Unidos 7-1 con Granada.

“No lo puedo creer, gol de Martinica”, dijo Kristian Mora, narrador de Tigo Sports, quien acostumbra, por su estilo, nunca cantar los goles que le anotan a la Tricolor, cuando vio caer el tanto caribeño.

A los 18 minutos, Mickael Biron tomó la pecosa afuera del área, dio una media vuelta que dejó a Francisco Calvo acostado y definió sin problema a la salida de Kevin Chamorro. Fue un golazo.

Al 35′, Biron se fue expulsado por un puñetazo que le mandó a Óscar Duarte, entre otras incidencias de en un partido en el que no habíamos generado peligro alguno hasta entonces.

Los caprichos

Los famosos caprichos de Suárez siguen a la orden del día y somos víctimas de esas decisiones antojadizas. La definición de la palabra capricho es clara, son actos que se consideran arbitrarios, es decir, porque le dan la gana, así está manejando el cafetero a la selección nacional.

Una característica de los caprichos es que un día quieres algo y al otro ya no, un caso claro tiene nombre y apellidos: Johan Venegas.

En octubre, cuando el rendimiento del Cachetón estaba a la baja, se dejó decir que lo convocó para el Mundial de Catar 2022 porque es caprichoso, es decir no dio razón alguna. Hoy cuando el limonense está encendido, es el goleador del torneo y anota de cualquier forma, ni siquiera lo alzó a ver.

Ni hablemos de casos como los de Manfred Ugalde, cuyo pleito debió haberse resuelto hace rato; Cristopher Núñez, jugador tico con más minutos en Europa que para él no existe, y otros casos que no se sostienen.

Otro capricho fue la alineación con la que salió este sábado. Es clarísimo que no le salió para nada. La selección jugó pésimo. Era clarísimo que había jugadores que no tenían ni el nivel ni el roce para un partido internacional, por más que el rival se pensaba era muy flojo.

La camiseta de la selección pesa, es lo primero que debería entender Suárez.

Uno veía a algunas fichas flotando en la cancha este jueves, como un Gerald Taylor que la verdad el partido le quedó grande y se debe analizar si su nivel estaba para ser titular, pues ni siquiera en su equipo lo es de manera indiscutible. Igual Fabricio Ramírez. Conste, no es nada personal, son asuntos de nivel que se vieron.

¿Cómo se podía sentir desde su casa un muchacho como José Luis Quirós, quien ha hecho un gran torneo al ver a Taylor naufragar en un partido así? ¿O Carlos Martínez y Keysher Fuller en banca?

No vayamos muy largo, ¿qué pensaría Aarón Suárez que lo metieron hasta los 80 minutos, cuando en su puesto se ha mostrado mucho mejor a nivel local que Ramírez?

Con cinco minutos en la cancha, el 10 manudo sacó pecho y le demostró a Suárez que estaba para jugar más que diez minutos. ¿Cómo don Luis Fernando anda en los estadios del fútbol nacional y no se da cuenta de estas cosas?

Dichosamente la Sele encontró una vía por la lateral izquierda, a donde Suhander se metió y se metió, pegó un remate en el palo y después armó las jugadas de los dos goles.

Al 88′ se la puso a Aarón para que definiera entrando al área y al 90′+1 realizó otro centro que Kendall Waston desvió con el pecho, pegó en el horizontal y después, en el rebote, Anthony Contreras la metió de manera acrobática de chilena, igual que lo hizo el año pasado en El Salvador.

Así la Tricolor salvó el resultado, pero no el sinsabor de un partido terrible, no hay que engañarse por marcadores, es lo peor que podríamos hacer en este momento.