Costa Rica se impuso esta noche 3-0 a un aguerrido equipo de Guayana Francesa, un resultado que le aseguró el pase a los cuartos de final de la Copa Oro de Concacaf, que se disputa en Estados Unidos.
Los ticos abrieron el marcador al minuto 4 por intermedio de Ariel Rodríguez tras un tiro de esquina. Rodney Wallace puso el 2-0 al 79 con un servicio de Marco Ureña.
El tercer gol lo marcó David Ramírez en un pase preciso de Bryan Ruiz en el minuto 83.
Sin mostrar un claro dominio a lo largo de los 90 minutos, los ticos lograron su mejor marcador en lo que va del torneo y se proyectan como ganadores del grupo A con siete puntos, pendiente del resultado entre Honduras y Canadá, a segunda hora.
El partido se disputó horas después de que la Concacaf acogió una apelación de Honduras, que le adjudicó a ese equipo centroamericano los tres puntos de su partido del pasado martes contra Guayana Francesa, que había terminado 0-0. La apelación fue porque los caribeños alinearon irregularmente a un jugador.
Jugando con un equipo alternativo, Costa Rica tomó las manijas del partido al inicio con una recuperación eficiente en la media cancha y una transición rápida al ataque.
El capitán Bryan Ruiz fue el conductor de la orquesta tica, aunque le faltó compañía en el centro del terreno de Ulises Segura, su compañero de creación.
El conjunto caribeño controló el balón en gran parte del primer tiempo pero careció de fuerza para traspasar la sólida línea defensiva tica.
Los atacantes guayaneses Arnold Abelinti y Rhudy Evens llegaron al área de los centroamericanos con balón dominado en repetidas ocasiones, pero solo una vez en el primer tiempo pusieron en peligro al arquero Danny Carvajal, quien actuó en sustitución del titular Patrick Pemberton.
En el segundo tiempo, los caribeños entraron dispuestos a cortar los intentos costarricenses de crear juego con una presión eficiente en todo el terreno de juego.
El equipo caribeño demostró su oficio en el manejo del medio campo, aunque no logró sobreponerse a sus limitaciones de ataque para vulnerar el arco rival.
El técnico costarricense Ramírez sacó del terreno de juego a Ulises Segura, de bajo nivel, y lo sustituyó por David Ramírez, un volante recuperador que llegó a darle fuerza al mediocampo tico.
Poco después introdujo a Rodney Wallace, un hombre ofensivo que entró con la misión de explotar el carril izquierdo.
Los cambios, sumados a la expulsión del guayanés Ludovic Baal al 61, propiciaron una intensificación del ataque centroamericano.
El renovado empeño se cristalizó en una corrida del recién ingresado Marco Ureña, quien sirvió en bandeja el segundo gol a Wallace.
Poco después el capitán Ruiz le sirvió a David Ramírez el tercer gol del partido.