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Coronavirus pone a sufrir a pulseadores de los estadios

Unafut y el Ministerio de Salud dieron marcha atrás y decidieron suspender el torneo

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Donde el doc, en el Rosabal ha reportado pérdidas. Foto: Cortesía. (Cortesía)

Las medidas tomadas por el Gobierno para combatir al COVID-19, aunque son necesarias, han golpeado a los pulseadores y unos de los más afectados son los negocios que venden comida dentro de los estadios.

El martes de la semana pasada los clubes tomaron la determinación de jugar a puerta cerrada, es decir, sin aficionados. La cosa empeoró este martes cuando la Unafut y el Ministerio de Salud suspendieron el torneo nacional por tiempo indefinido para evitar contagios entre futbolistas.

Ambas medidas dejaron a los propietarios no feos, sino horribles, pues no van a percibir ganancias y tienen que seguir pagando el alquiler del puestico dentro del estadio.

Uno de los negocios que está sufriendo es “Donde el doc” ubicado desde el 2014 en el estadio Eladio Rosabal Cordero.

Su dueño, Daniel Moreira, entiende que en este momento de alerta nacional y mundial, lo más importante es evitar acudir a lugares donde se concentran muchas personas, pero eso no le quita la preocupación.

En su local trabajan seis personas, de todas ellas, solo una tiene salario fijo, pues a las demás las contrata por partido.

Para él, la falta de aficionados representa una pérdida, ya que aunque no genere un solo colón debe pagar un salario, cuentas y recibos.

“Lo mejor es congelar el campeonato porque si sigue sin público podemos llegar al final del torneo sin gente, en cambio, si lo congelan y cuando lo reanudan permiten que la gente entre a los estadios, por lo menos vamos a tener el chance de recuperar algo”, mencionó.

Daniel nos dijo que este domingo en el partido que el Herediano perdió 0-1 ante Limón, abrieron el negocio para tratar de pellizcar alguito entre dirigentes y miembros de la prensa que fueron al estadio.

El negocio Tacos Dinorah también la verá fea con la suspensión del campeonato. Foto: Cortesía. (Cortesía)

Primera vez

Otro negocio que también la está viendo fea es “Tacos Dinorah”, en el estadio Alejandro Morera Soto.

Wendy Aguilar, hija de la dueña, comentó que es la primera vez en los 35 años de la taquería que atraviesan por un momento como este.

“Económicamente nos ha golpeado y al no tener ingresos nos pega muchísimo.Con nosotros trabajan cinco personas más que están preocupadas y sé que esta misma preocupación que tenemos también la tienen otros dueños de negocios”, aseguró Wendy.

Tanto Daniel como Wendy aseguraron que de momento las dirigencias del Herediano y Alajuelense no se han comunicado con ellos, aunque esperan que sean compresivos con el tema del alquiler.

Sin banderas ni chemas

Don Carlos vende camisas y banderas en las cercanías del Saprissa, ahora la va a ver más fea. Foto: Rafael Pacheco. (Rafael PACHECO GRANADOS)

Carlos Guzmán es un vendedor de banderas y chemas en las afueras del estadio Ricardo Saprissa.

Este pulseador aseguró que el coronavirus terminó de enfermar su negocio, que de todas formas venía mal, pues según él, las ventas estaban por el suelo.

“Ahora tengo que ver qué hago porque la gente compras las banderas y las camisas en días de partido, si yo me paro en un semáforo la gente no me va comprar nada porque la fiebre del fútbol está muerta”, explicó Guzmán.

Esta es la principal entradita económica de don Carlos , aunque también le hace a otros bretes, como jardinería y construcción.

Las ligas de ascenso y femenina también fueron suspendidas por tiempo indefinido.

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