Desde ciudad de Guatemala, donde está junto a su esposa (Grettel Moraga) y sus dos hijos, Michael Umaña le contó a La Teja cómo pasa la cuarentena en ese país por causa del coronavirus.
Para el defensor esta es la primera vez que sabe lo que es un toque de queda y a sus 37 años, el capitán del Comunicaciones analiza muy bien su futuro ante esta situación que ha golpeado a todo el planeta.
–¿Cómo está todo por Guatemala?
La verdad es que la situación es alarmante, como sé que está también en Costa Rica y en muchas partes del mundo. Estamos en casa, atendiendo órdenes del ministerio de Salud y del Gobierno. Creo que tenemos que cumplir con lo que nos toca.
–¿Los guatemaltecos han hecho caso?
Están cerradas las fronteras y la gente ha atendido las reglas que se ha impuesto toda la gente que tiene que ver con esto y esperando en Dios que todo se normalice.
–¿Por qué decidió quedarse allá?
Porque yo estoy con mi familia, mis hijos (Ashley octavo de cole y Rashid en tercero) están estudiando y es más que todo por ese tema. Además, aquí está nuestro trabajo y preferí quedarme y esperar por acá. Sé que la situación en Costa Rica está difícil, por lo que moverme de acá para estar allá sería lo mismo. Tampoco quería exponer a mi familia moviéndola y mis hijos están recibendo clases virtuales en la casa.
–¿Cuánto le queda de contrato con los cremas?
Yo terminaba en mayo, pero depende de cómo se vaya a presentar esta situación, para darle forma a mi futuro. Esperemos que todo se solucione.
–¿Y cuánta cuerda le queda a su carrera?
La verdad que es una pregunta que me han hecho varias veces en los últimos días, como le dije a un colega suyo, vamos a ver qué pasa. Ahora tenía planes de ir midiendo mi situación y tengo que esperar qué va a decidir el club conmigo, porque dependía mucho de qué pasaría por lo que no descarto volver a Costa Rica y buscar equipo para retirarme, porque deseo jugar un año más.
–¿Les informaron que dieron por finalizado el campeonato?
En realidad fue una noticia que se dio, pero no de forma oficial porque no es una decisión tomada y no se aprobó al final, por lo que se sigue esperando. En el club pasaron un comunicado de que no se suspendería el torneo ya que se debe esperar para tomar la decisión. Ojalá se solucione por el bien de todos, es una situación bastante incómoda, pero en realidad decidieron no darlo por terminado.
–¿No los dejan salir a la calle?
No, porque hay toque de queda, después de las cuatro de la tarde hasta las cuatro de la mañana. Acá han tomado muy buenas decisiones, han atendido bien y se cerraron fronteras a tiempo, lo cual ha servido de mucho y el país tiene pocos casos y ojalá esa cifra no siga aumentando. Es la primera vez que vivo un toque de queda.
–¿Le pega estar mucho en la casa?
Es muy extraña la situación porque nosotros como bien saben tenemos una vida muy activa, salimos todos los días, pasamos haciendo ejercicios, así que es difícil y complicado, perp lastimosamente no se pueden hacer en el club así que hay que inventar en casa y aunque es bastante incómodo, a uno le toca arreglárselas.
–¿Y su casa es pequeña o hay buen campo?
Vivo en una torre de apartamentos y es pequeño el espacio, así que es una de las cosas que cuesta un poco más por no tener un espacio para realizar algunos ejercicios que uno necesita, pero esa es otra de la situaciones que me toca manejar.
–¿Usan mucho la videollamada?
Ahora lo utilizamos más, intentamos reunirnos con nuestras familias por ese medio y siempre lo hemos hecho pero ahora nos sentamos a hacer la videollamada mientras tomamos un café, para almorzar o para cenar. Son desayunos y almuerzos virtuales.
–¿Algún mensaje para el país?
Que hagamos caso, que atendamos las órdenes de la autoridades de Salud, que seamos responsables con nuestras familias y con todas las personas que nos rodean. Entre más caso hagamos, más rápido vamos a estar fuera de esta situación. No se expongan, solo así podemos combatir, seamos solidarios.