La Copa Yaris arrancó este año como un hijo del Costa Rica Touring Car Championship (CTCC) y terminó por crear su propia identidad, en la pista del Parque Viva, en La Guácima de Alajuela.
La prueba, que finaliza este domingo su primer año, nació bajo la sombra del principal torneo automovilístico del país y eso le generó muchos puntos a su favor.
De la mano de Toyota como principal patrocinador, el certamen se convirtió en una plataforma para que experimentados pilotos se pusieran detrás del volante otra vez y que nuevos talentos brillaran con luz propia.
En el cierre del torneo destacan dos pilotos que muestran los dos lados de la moneda, el veterano líder Oswaldo Salazar y Fernando Mora, quien es la sangre fresca del automovilismo nacional. Ellos mantuvieron un bonito duelo durante todo el campeonato, incluida la fecha final que se correra este domingo.
La diferencia en puntos en la tabla le da una buena ventaja al corredor venezolano, de 44 años, ya que cuenta con 201 unidades, mientras que el muchacho, de 17 años, suma 165 puntos. Eric Bacherer los sigue con 144 puntos.
Para el sudamericano conseguir este campeonato en las pistas ticas es una gran motivación, ya que vive desde hace una década en el país, al que llegó debido a la situación que vive Venezuela. Aquí nació su hija menor, María Paula, de cinco años, mientras que su otra hija, Camila, llegó con solo dos añitos a Tiquicia.
En Costa Rica, Salazar logró cumplir su sueño de convertirse en piloto, así que ganar un torneo lo tiene supermotivado, aunque reconoce que la lucha fue muy dura.
“El campeonato fue más cerrado de lo que esperaba, hubo cinco o seis pilotos que estábamos separados por dos o tres décimas y que en las prácticas y las carreras vamos alternando posiciones. En mi caso creo que la regularidad fue la clave, ya que me permitió llegar a la fecha final con alguna ventaja”, comentó Salazar, quien es ingeniero de profesión.
Conforme se fue desarrollando el campeonato, Salazar empezó a tantear el terreno hasta que sintió que el título estaba a su alcanzable y que podía optar por algo más.
“A partir de la segunda fecha aprendí bastante sobre cómo tener la presión de llantas adecuada. Noté que era bastante rápido y que si me mantenía así iba a poder pelear por los puestos de punta”, explicó el venezolano.
Los años no suman en vano y esos le ayudaron a Oswaldo a entender los diferentes momentos de carrera, sobre todo cuándo atacar para no perder posiciones.
“Me enorgullece lo que estoy haciendo, ya que estoy peleando con pilotos campeones en otras categorías. Acá lo más importante es que todos lo hacemos con las mismas armas, yo había corrido dos campeonatos de Súper Turismo, pero ahí siempre estaba el problema económico, no había cómo pelear un podio con vehículos a los que les metían una gran inversión”, comentó.
Joven talento
En el caso de Mora, su participación en la copa ha sido muy ajetreada, porque tuvo que dividir su tiempo entre los estudios y los motores.
Fernando se prepara para los exámenes de bachillerato y este sábado, luego de las clasificaciones para la final, debió salir soplado porque por la noche tenía el baile de graduación en su colegio.
“El colegio para mí siempre es prioridad por más que este sea mi primer campeonato en automovilismo y me esté yendo tan bien, así que si tenía exámenes esos iban de primero en la lista. Ha sido un año muy atareado, siempre hay que correr por uno u otro motivo”, destacó el alumno de la sección 11-8 del colegio Samagú.
El muchacho arrancó hace tres años como piloto de la mano de un buen amigo suyo, Ricardo Vargas, quien también compite en la Copa Yaris. Vargas ha sido un apoyo clave para Fernando, al igual que otros corredores como Daniel Formal, actual líder en la categoría CTCC y Elmer Carvajal.
“Yo no esperaba estos resultados para ser sincero, mucho menos en la primera fecha del campeonato donde gané ambas carreras El debut fue insuperable y me dio mucha fuerza y confianza sobre todo lo que podía conseguir. No pensé estar segundo lugar en estos momentos y menos haber sido primero en algún momento”, comentó Mora.
La familia de Fernando también sigue muy de cerca las actividades del joven y son su principal apoyo. Su papá, Andrés, quien es el dueño de la empresa de construcción Construsueños, no deja de motivarlo para que siga adelante.
“Con Osvaldo tuve una buena rivalidad este año, es un piloto tranquilo que sabe marcar muy bien los pasos y no suele cometer errores, esas virtudes lo tienen en el primer lugar. Pensar muy bien todo lo que hace y no cometer errores en una categoría tan pareja es muy importante”, describió la joven promesa.
Para el otro año a Fernando y a Oswaldo les gustaría pasar al CTCC, pero no se desesperan y procuran cerrar la Copa Yaris demostrando el porqué han sido los mejores este año.