Hace 50 años, Ronnie Brunswijk salió de Moengotapoe, la aldea que lo vio nacer en su natal Surinam, para buscar una mejor vida.

Brunswijk nació en una familia humilde, de padres agricultores y poco a poco se fue abriendo camino hasta convertirse en lo que es hoy a sus 60 años: se le conoce como empresario, político, futbolista, exguerrillero, ladrón de bancos y narcotraficante.

Actualmente es el vicepresidente de la nación sudamericana y el martes anterior se convirtió en noticia, al disputar un partido de fútbol entre el club que preside, el Inter Moengotapoe, y el Olimpia de Honduras, por los octavos de final de la Liga Concacaf.

El partido se llevó a cabo en el Flora Stadium, en Paramaribo, Surinam y el dirigente deportivo jugó 54 minutos.

Al finalizar el partido se acercó al camerino del cuadro catracho para regalarles platica a los jugadores y cuerpo técnico de los leones hondureños.

50 hijos tiene Ronnie

Por esta acción, Concacaf sancionó este sábado a ambos equipos y les prohibió continuar en el torneo, mientras que a Brunswijk se le castigó con no participar en competiciones de Concacaf durante los próximos tres años.

En el plano personal, se dice que tiene 50 hijos, pero únicamente cuatro de ellos están reconocidos: Damian, Pascal, Elton y Yoni.

Estuvo casado con Beatrix Esajas, pero ya está divorciado y en este momento es el presidente del Partido de Liberación General y Desarrollo (Abop).

Sembrando y cazando

Ronnie nació el 7 de marzo de 1961, en el distrito de Marowijne. Se crió junto a otros 9 hermanos y se alimentaban de arroz, yuca y de los plátanos que sembraban y cuando podían comer carne, lo hacían porque Ronnie y sus hermanos la cazaban.

Según publicó The New York Times en enero anterior, a los 10 años fue elegido para ir a un internado a estudiar y años después se trasladó a la capital, Paramaribo, para continuar con los estudios.

Allí conoció a Desiré Bouterse, un dictador militar que se convirtió en presidente de ese país, por lo que se hizo amigo y guardaespaldas de él, pero se separaron dos años después por diferencias y en 1983 fundó el grupo paramilitar Movimiento Comando de la Jungla.

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Este movimiento era apoyado por el expresidente Hendrick Chin A Sen, quien le enviaba plata desde su exilio en Holanda.

Se ganó el apodo de Robin Hood porque robaba bancos y donaba el dinero a sus vecinos. Fue condenado por asaltos bancarios, aunque Brunswijk siempre negó que participara en este tipo de hechos.

Luego de intentar escabullirse, escapó y huyó a Holanda, donde se unió a los exiliados políticos de Surinam que planeaban derrocar a Bouterse.

En 1986 regresó a Surinam y provocó una guerra civil que duró 6 años. Durante este tiempo se le vinculó con el tráfico de drogas, ya que se decía que costeaba la guerra con la venta de cocaína.

En 1999, un tribunal holandés lo condenó por dirigir una red de contrabando de cocaína y también lo condenaron en Francia, pero Ronnie siempre ha negado estar relacionado con la venta de drogas.

Dice que se dedica a la extracción de oro y así ha logrado crear su fortuna, cuyo monto se desconoce. Gracias a la plata pudo convertirse en político.

Una publicación de la revista Semana de Colombia informa que a inicios de la década del 2000 adquirió una isla y el Inter Moengotapoe, club al que busca posicionar como uno de los más importantes del país.

De Surinam. Es un país que se ubica en América del Sur. Su capital es Paramaribo y se divide en 10 distritos (provincias). En Surinam hablan neerlandés, ya que este país perteneció a Holanda, hasta que se independizaron en 1975. Su población es de 558 mil habitantes y es el país menos poblado de Sudamérica.

En el este de Surinam, Brunswijk tiene gran prestigio. Fundó el Abop, que en las elecciones del 2005 logró un espacio en la Asamblea Nacional.

Cinco años después, en las elecciones del 9 de julio Desiré Bouterse se convirtió en presidente surinamés y Brunswijk obtuvo un puesto en su gabinete. Tiempo después renunció por motivos personales y de nuevo se convirtió en opositor.

El año pasado Brunswijk fue electo como presidente de la Asamblea Nacional de Surinam y el primero de julio fue diagnosticado con covid-19 y hasta estuvo hospitalizado.

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Ronnie no se quedó quieto y quiso ir más allá. Se postuló para vicepresidente de Surinam y el 7 de julio, Chan Santokhi fue electo como presidente y Brunswijk como vicepresidente.

El dirigente es buscado por Interpol por los delitos de tráfico de drogas, pero no puede ser condenado fuera de Surinam, debido a que en ese país no se extraditan a sus ciudadanos.