El fútbol está detenido en Costa Rica desde el 17 de marzo, debido a la emergencia que vive Costa Rica por causa del coronavirus, por lo que sus dirigentes se han mantenido a la espera de acontecimientos para tratar de definir una fecha para regresar a la actividad.
Los clubes de la primera división nunca dejaron de bretear, pese a las limitaciones, con la idea de reiniciar el campeonato lo antes posible, así que crearon planes y escenarios para presentarlos al ministerio de Salud en el momento oportuno y conseguir el aval para reiniciar el torneo cuando el Gobierno lo autorice.
Es así que la Unafut ya tiene un protocolo montado por diferentes clubes y que presentó al ministerio para que los equipos puedan entrenar y jugar a puerta cerrada. Además pulsean que el torneo de Clausura 2020 arranque el sábado 9 o domingo 10 de mayo, según un documento que es conocido por La Teja.
El plan se divide en tres partes: protocolo de atención médica, de entrenamientos y de partidos, puntos que deberán ser cumplidos a rajatabla para que se puedan realizar los eventos con un riesgo mínimo para los involucrados. Incluso están dispuestos a incorporar más detalles, si el ministerio lo solicita.
La Comisión Médica
La integración de una comisión médica compuesta por los doctores de los doce clubes es una de las primeras condiciones, ya que esta será el enlace científico entre la Unafut y Salud. Esta será responsable de velar que todo se cumpla, dar recomendaciones y comunicar cualquier situación.
A continuación el detalle de las medidas que se adoptarían.
Ningún jugador, bajo ninguna circunstancia, podrá presentarse a su club con el mínimo síntoma de gripe o similar.
A la hora de viajar en bus estos deben ser desinfectados por completo, llevar alcohol en gel y solo puede ir una persona por cada par de asientos, se prohíbe sentarse en parejas, además que se recomienda viajar el mismo día de los partidos para evitar quedarse en hoteles.
Si los viajes son superan las cuatro horas y hay que hospedarse en un hotel se pide que cada jugador duerma en una habitación.
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Los entrenamientos.
Similar a la propuesta que realizó el doctor Willy Galvez, los entrenamientos se realizarán en tres o cuatro grupos que contarán con un máximo de siete jugadores. La cantidad de grupos va a depender del número de camerinos disponibles en el lugar de entrenamiento.
Los grupos serán citados a diferentes horas de entrenamiento, dos a una hora y los otros dos a otra, de modo que cada grupo utilice media cancha para entrenar sin nunca mezclarse entre sí, además cada grupo contará con su propia hidratación y los jugadores no compartirán botellas entre sí.
Las prácticas serán de alta intensidad no mayores a una hora y se hará un profundo lavado de manos antes y después de ellas.
También un grupo puede bretear en cancha y otro en gimnasio y después intercambian, pero el gimnasio tiene que estar como un ajito y totalmente desinfectado, antes de que cualquier grupo lo utilice y cumplir con todos los protocolos.
Se permitirá usar el camerino, pero podrá estar un máximo de siete personas a la vez y en ningún momento los jugadores podrán estar a menos de 1.5 metros uno de otro, la misma distancia se aplica para el trabajo en cancha y gimnasio. Quien lo prefiera podrá irse a bañar a su casa e irse apenas termine el entrenamiento.
Los partidos.
A la hora de las mejengas los comisarios de Unafut deberán revisar que en los estadios y camerinos no falte nada para el lavado de manos el cual se aplicará antes, al medio tiempo y luego de los juegos.
Se velará que los camerinos cumplan con la medida necesaria para evitar aglomeraciones, además dividir en dos o tres grupos a los jugadores al momento de cambiarse.
El máximo de jugadores con el que se presentará un equipos serán de 19, por lo que los lesionados o los que no estén convocados no deberán estar en el estadio, quienes sí jueguen deben estar el menor tiempo posible en las instalaciones.
Antes de iniciar el juego no se realizará saludo de ningún tipo entre jugadores y se mantendrá la distancia. Además se colocarán sillas extras en los banquillos para hacer más espacio y se evitarán las celebraciones grupales de cualquier tipo.
Al igual que en los entrenamientos, se debe garantizar que cada jugador tenga su propia botella de hidratante y de agua. Se recomienda que estén rotuladas y botar los sobrantes. Los cuerpos médicos de los equipos entrarán con guantes y mascarillas para atender a los jugadores que se lesionen.
Al finalizar los partidos tampoco se permitirán saludos entre jugadores y se dará una hora como tiempo máximo para abandonar los camerinos, en los que deberá estar la menor cantidad de personas posible, así como en las conferencias de prensa donde se limitará el número de periodistas y no se utilizarán las llamadas zonas mixtas.
Con todas esas recomendaciones se espera que la pelota ruede nuevamente muy pronto en Costa Rica.