Un delantero con los números de un verdadero goleador aterrizó este martes en Costa Rica, el hondureño Rubilio Castillo buscará ahora demostrar en las canchas ticas que viene con la pólvora encendida y la misma pegada con la que hizo historia en su tierra natal.

Basta detenerse un momento a ver las cifras del catracho para darse cuenta de qué estamos hablando. Al Deportivo Saprissa llega como goleador histórico del Motagua con 85 pepinos, de un total de 110 que lleva en su carrera. Debutó en el 2013 para el club Deportes Savio de Honduras.

Además, según datos del periodista Joseph Fernández, en los 30 meses que han pasado desde que el jugador regresó a Motagua en la temporada 2016-2017, procedente del Correcaminos de la liga de ascenso de México, anotó 55 goles, o sea, en promedio celebró cada 17 días.

Rubilio mide 1,83 metros y se caracteriza por moverse entre los defensores centrales para abrirse espacios y aprovechar el olfato goleador que lo llevó a la selección catracha, en la que lleva 21 apariciones y cuatro goles.

Castillo incluso ya le ha anotado a un club costarricense, en la edición anterior de la Liga Concacaf le marcó dos pepinos al Herediano, por lo que ahora vestido de morado buscará seguir en esa misma senda.

Supremacía

De los delanteros contratados para el Clausura 2019 por los equipos tradicionales, Rubilio es el que más puede rajar, sus números superan a los de fichajes como Marco Ureña en Alajuelense, John Jairo Ruiz en Saprissa y Mynor Escoe en el Herediano.

Mientras que los números del catracho son los de un jugador encendido y con un gran presente, casos como el de Ureña son totalmente opuestos. Según los datos de Fernández, Ureña estuvo 96 meses fuera del país y anotó 12 goles con sus clubes, en promedio 1 gol cada 8 meses.

Por su parte Ruiz, el otro fichaje de los morados en ofensiva, tiene números que tampoco se le acercan a los del hondureño. Ruiz se convirtió en legionario en el 2012, estuvo 84 meses fuera del país y anotó 47 goles con sus clubes, en promedio 1 gol cada 54 días, detalló Fernández.

En el caso de Escoe la cosa es muy puntual, en sus últimos dos años como legionario, después de salir del Monstruo en el 2016, tan solo hizo tres goles. Los numeritos hablan en términos de rendimiento y dejan en evidencia a la verdadera bomba en ofensiva.

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Motivado

Durante su presentación este martes por la noche en La Cueva, Rubilio comentó los planes que tiene en Costa Rica y la motivación que trae en esta nueva etapa en su carrera.

“Me honra venir al club más grande de Centroamérica, al más ganador, el que tiene la mejor afición y todo eso me compromete bastante a devolverles toda esa confianza. Sé el reto que significa jugar en un club así, por lo que vengo muy motivado”, indicó en sus primeras palabras.

Al jugador sus nuevos compañeros ya le dieron la bienvenida, el atacante dijo que le dio la impresión de ser grandes personas, además valoró el nivel del fútbol nacional.

“Vengo a poner mi grano de arena, los compañeros me han dado una linda bienvenida, muy buen plantel y grupo, eso se complementará en el terreo de juego. Sé lo que puedo hacer y dar, vengo a luchar por un puesto y a dar lo mejor de mí”, comentó Castillo.

“No vamos a obviar que Costa Rica tiene una buena liga, competitiva, para nosotros (los hondureños) es motivante venir acá, el país ha crecido mucho en su nivel, ha venido de menos a más por lo que me agrada la posibilidad de venir a un gran club como este”, destacó el goleador que espera estar listo para hacer lo que sabe, goles.