Keylor Navas vio desde la banca, como se esperaba, la victoria del Real Madrid como visitante en Vigo, 1-3 contra el Celta. Los goles blancos los hicieron Karim Benzemá, Toni Kroos y Lucas Vázquez.
Se creía que el titular de este sábado, Thibaut Courtois, no jugaría por una lesión en su tobillo derecho ocurrida un par de semanas atrás, pero su regreso al marco se dio antes de lo esperado.
Es claro que el trabajo del Halcón estuvo mejor que el de su colega pero aunque Zidane lo prefiere bajo los tres tubos, las decisiones de Florentino Pérez es que debe jugar el portero belga para no tener a un jugador de 40 millones de euros en la banca.
El francés Karim Benzemá, al minuto 12, se encargó de abrir el camino de la victoria para el cuadro blanco, en una jugada en la cual el Madrid aprovechó que Casemiro se quedó con la pecosa al llevársela con la mano. El galo definió muy bien en casa viguesa para el 0-1.
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Otro que también tuvo en la formación de salida el Madrid fue a Gareth Bale, a quien muchos ven fuera del club, con rumbo a China. Algo que podría aún darse si los pleitos entre jugador y Zizou se mantienen. El Expreso de Gales, como le llaman a zurdo, tuvo un buen juego.
Los visitantes controloban las acciones del juego, pero el Celta con mucho empeño logró llegar al empate en el minuto 45, pero en la jugada apareció el VAR y la anotación fue anulada.
En la segunda parte la historia pudo haber cambiado en favor del Celta porque al minuto 56, Luka Modric salió expulsado por majar a un rival, pero el equipo local no hizo sentir el hombre de más.
Esto lo aprovechó el cuadro de Zinedine Zidane para acomodarse mejor y encontrar el segundo gol.
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En el minuto 61 en una llegada por la izquierda, Toni Kroos recibió fuera del área, soltó un leñazo que se coló en el ángulo de mano izquierda del portero Rubén Blanco para el 0-2.
Los pupilos de Zizou echaron mano a su colmillo para tener más dominio y con el ingreso de Lucas Vázquez, llegó el puntillazo para la victoria.
El gallego del Real recibió dentro del área enemiga y soltó un disparo que resultó imposible para el guardameta Rubén Blanco y su defensa, estableciendo el 0-3 en el minuto 80.
Al Celta al menos le quedó el buen gusto del tanto de Iker Losada, más venenoso en cinco minutos que el Toro en los 85 anteriores. Tendrán que mejorar los gallegos para no repetir errores pasados. Cayó ante un Madrid resucitado, mejor con diez, que recuperó su capacidad para juntarse y sufrir. Condiciones imprescindibles para volver a ganar.