EscucharSaprissa desempolvó, ante la falta de gol, un arma que suele usar solo en casos de emergencia, se trata de Kendall Waston, quien con su 1,96 de estatura mete más miedo que los delanteros sin gol del equipo.
La estructura de la planilla morada ha facilitado la apuesta de ponerlo en ataque, pues en defensa Waston es sustituible gracias a jugadores como Fidel Escobar, Eduardo Anderson, Douglas Sequeira y Óscar Duarte, por lo que, haciendo la movida, Saprissa no pierde solidez en la zaga.
En cambio, en ataque, el rendimiento de los delanteros no ha sido el ideal. Giacone cuenta con Ariel Rodríguez, Sabín Merino, Nicolás Delgadillo, Orlando Sinclair y Fabricio Alemán, pero salvo el ‘Samurai’, que ha anotado en dos partidos seguidos, no hay garantías. La necesidad de variantes ofensivas hace que la inclusión de Waston cobre aún más sentido.
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Con su físico imponente y su capacidad para pivotear, el cuadro morado ha ganado en juego aéreo, generación de espacios y poderío en el área rival.
Y ojo, que la iniciativa no es una improvisación, ya que al inicio de su carrera, precisamente bajo el mando de Giacone, Waston jugó como delantero.
En sus primeros dos partidos en esta nueva faceta, el coloso morado ha mostrado cosas interesantes. Contra el Vancouver Whitecaps incomodó, generó espacios y mantuvo ocupada a la defensa rival, eso sí, siempre que Saprissa tuvo el balón.
Contra Sporting, un equipo más limitado, repitió una actuación convincente y hasta asistió a David Guzmán para el segundo gol en el 2-0. Solo jugó 45 minutos, guardando piernas para el choque de vuelta contra los canadienses en la Copa de Campeones de Concacaf.
Pero, ¿qué le aporta Waston a Saprissa en esta nueva posición? Mucho. Su sola presencia obliga a que dos defensores lo marquen, generando espacios para los compañeros. Además, su físico le permite pivotear, prolongar jugadas y, por supuesto, dominar el juego aéreo.
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Lo suyo no es el uno contra uno, eso está claro, pero no importa, el técnico y preparador físico Marvin Solano asegura que puede evitar esas situaciones y explotar otras virtudes.
Y si alguien pensó que como delantero sería un “tronco”, que revise la jugada del segundo gol contra Sporting. Con un amague, dejó tirado a Pablo Arboine, llegó a la línea de fondo y sacó un centro quirúrgico para David Guzmán. Técnica pura.
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“Hay algo clave: Waston juega sin presión. No se le exige como a un ‘9’ nato, por lo que juega suelto. En el corto plazo, esto es una ventaja, pero habrá que ver si con el tiempo el factor sorpresa desaparece”, advirtió Solano. Porque claro, ni Luis Marín (DT de Sporting) ni los canadienses esperaban a Waston en esa posición.
Es decir, en estos momentos, todo lo que Waston haga como delantero será bien visto.
¿Lo malo? El riesgo de que Saprissa caiga en la trampa del pelotazo constante, un recurso fácil pero poco efectivo. Y en muchas ocasiones ya se le ha hecho esa crítica a los morados.
Los choques
Además, la Torre podría enfrentar ciertas desventajas en los choques físicos. Como defensa, Waston esperaba la jugada de frente, hombreaba, codeaba, podía anticipar. Como delantero tendrá que anticipar y sentir las embestidas sin margen de maniobra.
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Milton Rivas, preparador físico, recalca que los delanteros reciben más golpes y que Waston deberá adaptar su cuerpo a las nuevas exigencias. “Debe entrenar movimientos específicos para que, con su memoria motriz, logre asimilar la condición física de un delantero”, explicó.
También tendrá que trabajar más la fuerza para proteger la bola ante dos defensores, como probablemente le toque enfrentar. Recordemos que en los sistemas tácticos, siempre hay superioridad de zagueros sobre atacantes, lo que significa que el nuevo 9 tibaseño tendrá que ser aún más explosivo.
Waston como delantero es una apuesta que intriga, pero, por ahora, Saprissa gana. Y si el gigante morado sigue sorprendiendo, los rivales van a tener que replantear sus estrategias. ¿Será esta la fórmula del éxito? El tiempo lo dirá.
