Juan Diego López, vecino de San Ramón, es el dueño de una hermosa Toyota Prado 2018 modificada para que quede como un drive out off road, en palabras sencillas, un carro cómodo para ir a acampar.
El chuzo tiene muchas comodidades para que Juan Diego, su esposa y tres hijos viajen a pasear a playas o montañas en el carro, sin necesidad de pagar un hotel.
El carro está equipado con un mueble con cocina y una refri, una tienda de campaña, pantalla, cuenta con siete asientos y es muy espacioso.
Claro, el carro está hecho al gusto de López, quien le ha ido modificando algunas cosas para dejarla hecha un chuzo. Lo que más le gusta a Juan Diego, según nos dijo, ni siquiera es manejarla, más bien es admirarla.
Entre las modificaciones que este moncheño le ha hecho al chuzo están las llantas, les puso unas 35 para competición, muy agresivas, debió modificar el chasis para meter estas llantotas.
Tiene una canasta de la marca Arb, un sistema de luz marca Rigid, bumper delantero, entre otras, eso sí, todo lo escogió en familia.
“Solo el hecho de decidir el bumper ya tiene una anécdota, tomé todas las marcas, fotos y reuní a mis hijos, 7, de 12 y de 17 años y les dije, ‘quiero que vean esto y me digan cuál les gusta más’, era el bumper, los estribos y los laterales y entre todos decidimos”, dijo.
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Tiene un bumper trasero marca Dobinson para llevar una pinchiga, le acopló una gata y le pintó el techo de negro.
Por dentro tiene una pantalla de 21 pulgadas marca Tesla, asientos de cuero y es grande y bonita, podemos decir que es un hotel cinco estrellas rodante.
“El carro realmente es un hobbie para mí, lo uso poco, disfruto mucho verlo. A veces se lo presto a algún amigo como a un mecánico que lo llevó a una expo de off road que se hizo en el Parque Viva y ganó una categoría”, dijo Juan Diego.
El dueño de semejante chuzo le tiene un toldo, de una de las marcas más finas, James Baroud. Lo pone en el suelo aunque el carro permite utilizarlo encima del techo y trepar por una escalera.
Lo compró porque era blanca y negra y combina a la perfección con el carro, que es blanco y negro. ‘Hasta las calcomanías que tiene son blanco y negro, mandadas a pedir por mi”.
El chuzote está con toda la pata y siempre causa admiración cuando lo saca a San Ramón.