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Clásico le clavó un flechazo al corazón

Vecino de San Blas de Cartago quedó flechado por un Datsun

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Andrés Calvo Brenes es el orgulloso dueño de esta nave viejita, pero como un ajito. Foto: KEYNA CALDERÓN.

Dicen que para el amor no hay edad, por eso a Andrés Calvo Brenes no le molesta para nada que el chuzo que maneja sea diez años mayor que él.

Calvo tiene un Datsun 1200, modelo 1980 que lo tiene superfeliz, tanto que no se cambia por nadie cuando decide sacar la nave para pasear por su natal Cartago.

Este joven, de 28 años, le encontró el gusto en las naves clásicas y le dedica buena parte de su tiempo, recursos para cuidarlos y andarlos como un ajito.

Para Calvo, como suele suceder con las naves, el amor le entró por los ojos, ya que el chuzo le gustó desde que lo vio por primera vez. Su carro sirvió como auto de trabajo en sus años mozos, pero ahora es un chuzo de exhibición, ya que Calvo andar metido en clubes de autos antiguos y en shows.

Auto de Andrés Calvo Brenes. Chuzo de la semana, Nissan Datsun 1200 modelo 1980. San Blas de Cartago. Fotos: KEYNA CALDERÓN.

–¿Hace cuánto tiene el carro?

De estar en mi casa diez años, pero de ser mío seis, ya que mi papá lo compró y le restauró la pintura. Después yo se lo compré a él. Este carro me gustó desde que lo conocí.

–¿Qué fue lo que lo conquistó?

El estilo clásico, me gustan mucho ese tipo de modelos. Al principio a mi papá se le metió la idea de comprarse un 1200, lo buscó en Internet y lo encontró, así que cuando yo lo vi en la casa ya restaurado, me enamoré del carro, aunque a los dos nos gustaba por igual.

–¿Usted usó el carro desde el principio?

Lo agarré desde que llegó, lo andaba para arriba y para abajo, pero hubo un momento en el que mi papá guardó y no lo pude usar más, entonces decidí comprarlo. Conversé con mi papá e hicimos negocio. Él pagó un millón y medio cuando lo compró, a lo que se le debe sumar lo que le metimos después y que no sé precisar porque ha sido bastante.

El chuzo es de dos asientos, pero se viaja bastante cómodo. Foto: KEYNA CALDERÓN.

–¿Qué tienen los clásicos para atraer a tantos jóvenes?

Es algo curioso, porque en los últimos años he notado esa situación, ya que he visto a mucha gente con clásicos. Somos muchos los que sentimos atraídos por los carros viejitos.

–¿En cuánto tiempo hicieron toda la restauración?

Ha sido un proceso de diez años de meterle aquí y luego allá, de refrescarle el motor, cambiarle la tapicería, los aros y el frente. El carro era rojo, pero le escogimos un color vino perladito que fue el que más nos gustó.

–¿Qué motor tiene?

Es tipo A 12, ese siempre ha sido el mismo, hace un año se le hizo el overhaul y le cambiamos muchas piezas.

El tablero es puramente la esencia de los autos de los 70 y 80. Fotos: KEYNA CALDERÓN.

–¿Y cómo anda la nave, le ha fallado en algún momento?

Nunca y no me puedo quejar de su funcionamiento, porque nunca me ha fallado ni nada por el estilo, anda muy bien.

–¿A qué lugar suele ir con el carro?

Este carro en realidad sale muy poco, lo cuido mucho, por lo que no se usa mucho. A veces apenas salimos a pasear y como estoy en un club de solo 90 para abajo (Modelos anteriores a 1990) entonces cuando se realiza algún evento o exhibición, aprovecho para ir a lucirlo. A la gente le gusta mucho y resaltan que está muy bonito y cuidado.

–¿Le han llegado ofertas de compradores? ¿Lo vendería?

Sí claro, varias veces, pero no lo vendo y espero nunca tener que deshacerme de él y es un tema que no está en discusión.

El frente del chuzo fue reconstruido con la misma esencia del modelo original. Foto: KEYNA CALDERÓN.
¿Cómo diagnosticar que un vehículo necesita un overhaul?
El primer indicador de problemas de motor es cuando el vehículo está expulsando humo de color gris azulado o tiene pérdida de fuerza. Para determinar si es realmente el motor dañado, se recomienda hacer varias pruebas. Primero se deben probar en seco los compresores, lo cual se hace con un manómetro para revisar la presión que está ejerciendo el pistón en el cilindro y si existen fugas. Si se detectan bajas compresiones en la medición en seco se puede recurrir a la prueba húmeda, la cual consiste en agregar 30 mililitros aproximadamente de aceite de motor al cilindro, dejándolo reposar por unos 5 minutos y se vuelve a realizar la medición de compresiones con el manómetro. Finalmente se hace la prueba de fuga de compresiones, la cual consiste en retirar la tapa del radiador, la varilla de medición de aceite y el tapón de la tapadera de válvulas. Si se percibe que hay fuga por el tubo donde se coloca la varilla de aceite es necesario hacer un overhaul, pues eso indica que los anillos y cilindro ya están gastados.
Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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