En el duelo de palabras que mantuvieron los técnicos Wálter Centeno y Jafet Soto a lo largo de la semana, el gran ganador fue el Paté quien al final sacó la victoria en el Ricardo Saprissa 2-1 ante el Herediano para afianzarse en el primer lugar.
Aunque Centeno y Jafet pasaron pulseando el Óscar a mejor actuación, sin duda el referí Pedro Navarro les robó el mandado, ya que sus decisiones calentaron tanto la mejenga que los golpes no se hicieron esperar al final, como es costumbre en el mal llamado clásico del buen fútbol, pues más bien parece el clásico de los golpes y empujones.
Navarro tuvo un desempeño muy ralito por lo que desesperó a Soto y a sus jugadores con dos decisiones que rayaron en lo ridículo y que se combinaron con un mal manejo del partido para encender la mecha de la violencia.
Navarro primero se tragó un penal del tamaño de La Cueva en una barrida de Alejandro Cabral sobre Jimmy Marín al minuto 19 y después le anuló un pepino a José Guillermo Ortiz por una posición prohibida inexistente al 39. Parecía que el Team jugaba contra 12 en ese momento.
Durante la primera parte los morados no fueron un derroche de virtudes, ya que regalaron tres jugadas clarísimas al rival, dos malas salidas de Aarón Cruz y otra de Cabral, pero los tibaseños se salvaron porque dos de los remates florenses salieron desviados y el otro debió ser un penalote que no pitó Navarro.
Por su parte Herediano se disparaba en el pie a la hora de iniciar los ataques, como por ejemplo una jugada antes del gol anulado a Ortiz, cuando Gerson Torres se llevó la pecosa y comenzó una corrida por casi toda la mitad de la cancha, él tenía a dos compañeros abiertos para pasarla, Marín y el Chirriche, pero el chamacho gastó la redonda, no se la pasó nadie y se la quitaron.
La torta de Torres generó que el Monstruo organizara un rápido contragolpe, en el que Christhian Bolaños estuvo a punto de anotar, pero se lo impidió el portero florense Daniel Cambronero, quien desvió la bola de manera épica ante la sorpresa del volante morado.
A pesar de los errores de definición de su equipo, Jafet no perdió de vista a Navarro y su combo, a quienes pasó tirándoles mediante comentarios que le pasó haciendo al cuarto árbitro, Steven Madrigal.
A Soto sin duda le tuvieron más paciencia que en otras ocasiones para no sacarlo del banquillo y mandarlo a terminar de ver la mejenga en las graderías.
Llegaron los goles
Pese a todo, el partido estaba de ida y vuelta pero con un equipo que perdonó más de la cuenta, algo que se convierte en pecado en la Cueva, ya que el Monstruo golpea cuando más duele y cuando parece que tiene todo en contra. Esta vez le tocó hacer el daño a Jairo Arrieta, quien a pesar de que sacó un remate débil tuvo mucha suerte para abrir el marcador.
La acción nació en piernas de Bolaños, quien arrancó por la derecha y sacó un centro que aprovechó Jairito, que se dio medio vuelta y sacó un arrollado que fue desviado por Randall Azofeifa a su propia portería cuando se jugaban 45 minutos.
Tal como sucedió en la final en diciembre, el Team logró igualar la mejenga en Tibás apenas inició el segundo tiempo al aprovechar uno de los tantos errores que cometieron los defensores morados en la salida.
Luis José Hernández se la peló en la salida, por lo que Luis Díaz le robó la pecosa y asistió de inmediato a Ortiz, quien sin marca fusiló a Cruz para poner el 1-1 al 46.
En el complemento el partido perdió un poco de intensidad, sin embargo dos acciones llamaron la atención antes del pepino del triunfo morado.
Uno fue un remate de cabeza de Randall Azofeifa que tapó Cruz de gran forma y otro fue un tiro libre que Mariano Torres pegó en el horizontal.
Paté decidió mover sus fichas y sacó a Arrieta y a Luis José Hernández para refrescar el ataque con Rubilio Castillo y Randall Leal, quienes casualmente orquestaron el pepinazo del triunfo.
Centeno gritó con el alma el segundo gol morado, no solo porque le daba los tres puntos a su equipo y le permitía mantener el primer lugar que Pérez Zeledón intentó arrebatarle, sino también porque cayó después de una jugada llena de fútbol, como las que a él le gustan a puro toque.
Cabral tomó la pecosa en el mediocampo, se la sirvió a Bolaños y este se la puso a Angulo, quien llegó con balón dominado hasta el borde del área grande y se la tocó a Leal, quien de taquito asistió de gran forma a Rubilio para que entrara como un miura y anotara con frialdad de crack. ¡Qué golazo! Hasta Pep Guardiola saltaría en un pie al ver semejante jugadón.
Al final, la mejenga se calentó más de la cuenta y se le salió de las manos a Pedro Navarro cuando se armó una bronca entre los integrantes de ambos de equipos. El asunto se puso tan caliente que Navarro tuvo que expulsar al florense Jimmy Marín y al morado Ricardo Blanco, quienes pensaron que estaban en un octágono de las artes marciales mixtas.
La derrota deja al Team con un panorama complicado, ya que están en el séptimo lugar y con la sensación de que las posibilidades de clasificar a la siguiente fase se están agotando.