Clarita rueda lenta pero contenta

Por las calles de Alajuela anda Clarita, quien a sus 38 años todavía luce como en sus mejores épocas.

Diego Salazar Picado se la encontró el año pasado en Alajuelita y desde que la vio se convenció que tenía que ser de él.

Para Diego fue amor a primera vista, por eso le metió todo el cariño posible a este Toyota Corolla de 1981, tanto así que le puso “Clarita” por una persona muy especial para él, quien falleció hace unos añitos.

La ventaja de Salazar es que es mecánico, por eso él siempre es quien revisa la nave, por lo que Clarita está en las mejores manos para poder salir a pasear junto a su dueño y toda su familia. Como él dice, irá lenta, pero contenta.

- ¿Cuándo y cómo lo adquirió?

Fue el año pasado, en noviembre. Por medio de un grupo de colegas me lo ofrecieron, ya en otras ocasiones había tenido de este tipo de carros, pero de cuatro puertas. Este es diferente, de dos puertas, que cuesta bastante conseguir. No lo pensé dos veces para comprarlo.

- ¿Cuánto le costo?

Como un millón trescientos mil, más o menos.

- ¿Qué cambios le ha hecho?

La tapa, la que traía era mas cuadrada. Le puse aros de lujo, los espejos al frente que llaman mucho la atención. Lo demás todo es original, este carrito es un amor, es motor 1300, jala riquísimo y hemos andado por todo lado, mis hijos lo aman y me dicen que cuidado lo vendo.

- ¿Porqué el nombre de Clarita?

Porque así se llamaba mi abuela, que en paz descanse. Ella era un amor, era una abuelita cariñosa y desde el momento que conseguí este corolla le puse ese nombre en honor a ella.

- ¿A dónde ha ido con esa nave?

A Guanacaste, San Carlos... varios lugares, por lo menos los fines de semana salimos a dar un paseo.

Yo lo uso para viajar a mi trabajo en San Rafael de Alajuela, desde Canoas hasta San Rafael todos los días, estos carritos antiguos son lo mejor, son agradecidos, mientras uno los tenga bien cuidados responden excelente.

- ¿Tiene planes llevarlo a algún lado?

Con el grupo de carros antiguos en el que estoy vamos a hacer un viaje hasta la frontera, así que esperemos que todos lleguen bien, yo estoy seguro que Clarita lo hará, voy con mi familia y mi carro está puras tejas.

- ¿Lo vendería?

No, definitivamente no. Por ahora pienso que será hasta que la muerte nos separe, además mi hija me dice: ‘¡Papi cuidado lo vende!’, ellos son felices con Clarita.

El hecho de ser mecánico automotriz ayuda un montón a tener un carro de estos porque uno sabe que hay que tenerlo cuidadito y también se da cuenta que son carros de verdad, no lo cambio por nada, ni por un último modelo, Clarita es lo máximo.