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Chuzo de la semana: Jovencita recibió el carro de sueños

Tata se botó con un Land Cruiser 1978

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Arelys no tiene palabras para agradecer a su papá este buen regalazo. Fotos Melissa Fernández (Melissa Fernández)

Arelys Corrales cumplió 18 años el pasado de 5 de enero y debió esperar casi tres meses para ver cumplido el sueño se su mayoría de edad.

Su papá, don Hugo Corrales, le dijo a su única hija que buscara el carro que quería, a ver si el presupuesto le daba y se lo podía comprar.

Pese a ser una jovencita, el sueño de esta vecina de barrio Lámparas, en Poás de Aserrí, no era un chuzo del año, sino un Toyota Land Cruiser 1978.

"Siempre quise uno (Toyota) así y nunca tuve pensado que fueran a dármelo o que me fueran a dar algo parecido, siempre pensé que iba a ser un carro cualquiera", recuerda Arelys.

Detallitos como este le dan más valor al chineado de Arelys. Fotos Melissa Fernández (Melissa Fernández)

La jovencita reconoce que hace poco su papá "hizo un esfuerzo" económico y le preguntó que cómo era el carro que quería, que lo buscara y, si lo encontraba, le avisara.

"Jamás pensé que fuera a dar (con el carro) , lo busqué por OMX (sitio web) no creí que ahí lo fuera a encontrar, di con él, lo fuimos a ver a Cartago y yo estaba como loca", dijo Corrales, quien no sabe por qué el exdueño lo quiso vender.

¿Cada cuánto se deben cambiar las bujías del carro?
"Se pueden revisar cada seis meses o cuando se cumplan los 10 mil kilómetros para verificar su estado. Si detecta alguna bujía defectuosa, deberá reemplazarlas todas para que no produzca un desequilibrio en el encendido. Si están en buen estado  y no  presenta ninguna falla como pérdida de potencia,  consumo excesivo de combustible e inestabilidad en el motor, entonces se pueden cambiar entre los  30 y 60 mil kilómetros, según el fabricante. Para instalar las bujías nuevas en el motor, primero apriételas a mano y luego vuelva a apretarlas con las herramientas adecuadas para bujías", explicó el mecánico Bryan Guido (8603- 5135).

Al carrito tienen que meterla pintura , le hace falta un asiento y arreglarle un parabrisas que se le dañó un día de estos. Después de ahí, está puras tejas, por lo que don Hugo decidió comprarlo y hacer muy feliz a su princesa.

"Costó dos millones y medio", agregó Arelys, la orgullosa dueña del carro desde el jueves 26 de abril.

El motor es de diésel y de tres mil centímetros cúbicos. Es muy potente. Fotos Melissa Fernández (Melissa Fernández)

Consultada sobre la razón por la cual quería un viejito, Arelys explicó que es por un recuerdo de infancia.

"Yo quería ese carro porque antes aquí (en la familia) tuvimos uno parecido, pero era un pick up . Entonces le tengo un amor, me desvivo donde lo veo y le dije a mi papá que quería un carro así, no del año ni moderno.

"De hecho, cuando le dije eso se sorprendió porque ahora la mayoría de gente anhela un carro moderno, bonito y le dije que no, que quería ese (Toyota) porque crecí con uno parecido", detalló la muchacha.

Corrales dice que al chuzo no hay que hacerle muchos arreglos. Fotos Melissa Fernández (Melissa Fernández)

Corrales creció con la válida idea de que un Toyota Land Cruiser es un carro que vale la pena, es bueno y bonito para ir a pasear en la montaña.

"Yo aprendí a manejar el año pasado en el Hilux que compró mi papá cuando vendió el el que tenía, pero tengo que sacar la licencia aún", comentó Arelys.

El día que lo trajeron de Cartago, lo manejó don Hugo y cuando llegaron a Aserrí, el señor le preguntó a su hija si quería llevarlo un rato y por supuesto que respondió con un sonoro "sí".

El carro es duro para manejar pero Arelys no ha tenido problema para hacerlo. Fotos Melissa Fernández (Melissa Fernández)

"Pensé que no lo podía mover , igual le dije que estaba bien y no me costó (manejarlo), el volante no es hidráulico. He ido hasta el Rosario de Acosta, más que todo cerca de mi casa", añadió la estudiante de dibujo arquitectónico en el Colegio Técnico Profesional de Aserrí.

Cuando le preguntamos por qué quiso contar su historia en nuestra sección "Chuzo de la semana", esto respondió la simpática joven.

Corrales espera sacar la licencia en junio e irse a pasear con su chuzo que nunca la dejará botada. Fotos Melissa Fernández (Melissa Fernández)

"Vi el periódico en Palí y empecé a ver la sección donde salía una señora contando la historia de su carro. Le dije a mi papá que iba a contar mi historia porque no hay mujer más agradecida en este momento que yo, es lo mejor que pudo haber pasado".

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Si usted desea ver su carro en esta sección, puede enviar foto del chuzo, así como su contacto telefónico y nombre completo al correo kespinoza@lateja.cr y nos pondremos en contacto con usted.
Por donde se le vea, el chuzo está en perfectas condiciones. Fotos Melissa Fernández (Melissa Fernández)

"Los amigos me han dicho que está lindo (el carro)", indicó Arelys, mientras dijo que al chuzo le caben 7 personas y cuenta con un motor diésel de tres mil centímetros cúbicos.

En cuanto a la razón del por qué dice "El Bocanegra" en el carrote, Corrales explicó que usualmente, las piezas originales de estos carros, traen el mata burro del color de la pintura del carro.

"Este venía pintado de negro y , como es la trompa, entonces Bocanegra hace honor a esas piezas que vienen diferentes a las usuales", comentó la poaseña.

Karol Espinoza

Bachiller en periodismo y licenciada en Comunicación de Mercadeo. Periodista de Deportes con más de 14 años de experiencia. Integra La Teja desde setiembre del 2006.

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