El rodar de este carro no pasa inadvertido por donde lo lleve su dueño Rodolfo Coto, ya que el color salmón-rosado de este BMW hacer recordar el carro de la famosa muñeca infantil Barbie.
Coto, es soldador y vecino de Cartago, nos compartió la historia de su carro para nuestra tradicional sección de los domingos: "Chuzo de la semana".
Para empezar, el de la idea de que el carro fuera de ese color tan llamativo fue el mismo Coto.
"Quería tener un automóvil que llamara la atención y de verdad que lo conseguí con ese color. Cuando voy a mi trabajo o de paseo con mi familia, notamos la mirada curiosa de la gente que nos ve", señaló el vecino del barrio El Invu.
El color original de este BMW era gris y de hecho, el color es lo único que le cambiaron, porque todo lo demás es original.
Cuenta el brumoso que los trabajos para modificar el color se los hizo un amigo suyo por ¢550 mil.
Entrando en detalles, este es un BMW es modelo 1984 y tiene 2.500 centímetros de cilindraje.
"Siempre quise tener un carro de esta famosa marca alemana y hace cuatro años se lo logré comprar a un particular, en Sabanilla de Montes de Oca", añadió Coto.
Don Rodolfo le saca el “jugo” al vehículo, porque no solo “le jala” sus equipos de trabajo para soldar estructuras, sino que los fines de semana es el medio de transporte para irse de paseo con la familia.
Su espacio es confortable y le caben cinco personas.
"Estoy muy satisfecho con su adquisición, porque prácticamente no he tenido problemas con su funcionamiento", afirmó Coto, de 50 años de edad.
Por este BMW, Coto pagó ¢1.200.000 en efectivo, y además de ese monto, dio como pago el Volkswagen Golf del año 1988 que tenía, por lo que digamos que por todo "pagó" unos ¢6 millones.
Otros detalles
Este automóvil de la "Barbie" tiene cuatro metros y medio de largo, cuatro puertas, es descapotable y cuenta con una amplia cajuela, ideal para meter todas las herramientas de trabajo.
"Es un automóvil muy poderoso, fuerte en su estructura, estable y es muy veloz, por ello es que tiene frenos de disco en las cuatro ruedas", cuenta orgulloso don Rodo.
Este soldador cartaginés está casado con doña Marlen Hidalgo, con quien procreó tres hijos: dos jóvenes ya casadas y un niño que todavía va a la escuela.
"Se le han cambiado las llantas, los compensadores y esas cosillas poco a poco", indicó.
En cuanto a viajes, Coto indicó haber recorrido el país de frontera a frontera y sin que el chuzo le haya dado problemas.
Para el trabajo de la semana le invierte ¢15 mil en gasolina, mientras que para llenarle el tanque necesita ¢ 28 mil.
"La gente en la calle vuelve a ver el carro, especialmente las mujeres, porque les llama la atención el color", añadió el cartago.
Eso sí, si alguien quiere manejar este carrito se quedará con las ganas, porque el único con permiso para hacerlo es don Rodolfo, quien a la fecha no piensa venderlo, a pesar de que siempre aparece alguien haciendo el intento.
"No he tenido accidentes con él, solo una vez que me lo chocaron por atrás", finalizó Coto, quien quiere como el carro de sus sueños un Defender, de Land Rover, aunque reconoce que es demasiado caro para su presupuesto.
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