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Chuzo de la semana: Azulito se echó a la bolsa a la familia

Joven tibaseño nos cuenta la historia de su querido Nissan B11

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Mario Taboada padre es el dueño del carro y, aunque quien dio la entrevista fue su hijo, en la foto sí salió el señor. Fotografia: Graciela Solis

Mario Taboada hijo no cree en lujos cuando de manejar se trata, por lo que a él le basta con conducir el carro que su papá (del mismo nombre).

Su tata compró el chuzo hace 15 años y ambos aprendieron a manejar en su querido Azulito, con el que se han dado sus buenos paseos.

El estudiante de periodismo, de 20 años, y vecino de Cinco Esquinas de Tibás, no se quiso quedar con las ganas de contarnos la historia del tesoro de cuatro ruedas que guardan en la cochera de la casa para nuestra sección "Chuzo de la semana". Lo curioso es que su papá no habló ni papa, pero si apareció en todas las fotos.

–¿Qué modelo es el carro?

–Es un Nissan B11 del año 1988.

–¿Hace cuánto tiempo tiene el carro su familia?

–Desde hace 15 años.

–¿A quién se lo compraron?

–A una señora que era compañera de trabajo de mi papá. Ella se lo ofreció porque tenía el carro muy descuidado y no lo necesitaba.

Cuando fuimos a traerlo, lo tenía en un cobertizo para caballos, lleno de tierra. Mi papá aprendió a manejar en este carro tres meses después de que lo compró.

En la parte interna, el chuzo está muy cuidado, solo falta que el cambien la alfombra. Fotografia: Graciela Solis

–¿Qué daños tenía?

–La pintura estaba dañada, la parte interna tenía con grietas y algunas piezas estaban dañadas.

El año pasado le hicimos una restauración casi total y por dentro la restauración va casi en un 90 por ciento.

–¿Cuánto les costó?

–Creo que como ¢800 mil o ¢900 mil. Para pagarlo mi papá utilizó unos ahorros que tenía, los cuales utilizó para comprarlo.

–¿Qué uso le dan al chuzo?

–Es el único carro de la casa, así que lo compartimos entre mi papá y yo. A veces lo llevo a la U y él al trabajo (su papá es comerciante).

–¿Qué es lo que más le agrada de este carro?

–Que entre todos los modelos actuales no me deja botado, es muy agradecido porque con el mantenimiento que le hemos dado está como si fuera su primer día. Además es bastante económico, ya que el tanque de gasolina se llena con ¢20 mil, he ido a Puntarenas ida y vuelta con ¢10 mil de combustible y le sobra gasolina.

–¿Qué características tiene este carro?

–Este modelo es de la versión ensamblada en México y con piezas japonesas. Fue una división especial que tiraron.

Hay unos cuantos en el país en buenas condiciones, pero otros no tanto. El proyecto que tenemos es restaurarlo y dejarlo como si lo sacaran de la fábrica. Estamos a un diez por ciento de lograrlo, falta el cambio de alfombra, arreglarle las puertas y anillarle el motor.

La familia no quiere deshacerse del carro. Graciela Solis

–¿Cuánto pagan por el marchamo?

–La última vez pagamos ¢71.200.

–¿Qué lugares han visitado con el Azulito?

–Además de Puntarenas hemos ido a un mirador en Atenas, a varios lados de Cartago, a hacer vueltas en Alajuela y lo llevamos hasta La Alegría de Siquirres, aunque esa vez fue complicado porque no teníamos halógenos y las luces eran amarillas.

–¿Le tienen algún apodo?

–A veces le decimos el Azulito por su color.

– ¿Cómo se pone de acuerdo con su papá para usar el carro?

–Nos echamos una rifa a ver quién se lo lleva. Le caben 5 personas y es de cuatro puertas.

–¿Qué recuerda de aprender a manejar en este chuzo?

–Duré como tres meses aprendiendo y papá me llevaba a diario a practicar. Era supercomplicado porque el volante no es hidráulico, así que se le debe meter fuerza, pero es un carro noble y llevadero.

–¿Ha tenido algún accidente con el Azulito?

–Yo no, pero mi papá sí, ya que un carro lo pegó por atrás y le quebró la luz izquierda, pero nada más.

Hace 15 años, don Mario padre aprendió a manejar en este chuzo. Fotografia: Graciela Solis

–¿Cuál es la aventura más bonita que ha vivido la familia con este carro?

–Los momentos más recordados son cuando Saprissa ha ganado campeonatos, el día de las elecciones que siempre vamos a la fuente (de la Hispanidad) o cuando agarramos para Puntarenas.

–¿Qué arreglos le han hecho?

–Le pusimos pintura dos veces y el piso se lo cambiamos, entre otros.

¿Qué cuidados debo tener como mi vehículo durante la temporada lluviosa?
"Es importante asegurarse que el sistema del aire acondicionado funcione correctamente para que esto le permita desempañar el parabrisas; también revise el nivel del champú junto al mecanismo del limpiaparabrisas y que las escobillas trabajen de manera correcta, verifique que todas las luces externas del vehículo enciendan y que el estado de las llantas y frenos estén en óptimas condiciones", explicó Bryan Guido, mecánico automotriz (teléfono: 8603-5135).

–¿Cuánto dinero le han invertido?

–Poco más de un millón de colones.

Cuéntenos su historia
Si quiere que su chuzo sea publicado en La Teja, por favor escriba al correo kespinoza@lateja.cr, envíenos una foto de su carro, camión o moto y un número telefónico donde poder contactarlo.

–¿Por qué quiso contarnos la historia del carro?

–Me pareció bastante llamativo el segmento y quería compartir nuestra historia.

El carro nunca ha andado por la zona sur ni Guanacaste. Fotografia: Graciela Solis

–¿Y cuál es el carro de sus sueños?

–Este y no lo cambiaría, me quedo con el que tengo porque ya demostró que es muy noble y porque aprendí a manejar en el Azulito. Además ha estado durante mucho tiempo casa, por lo que que seguirá con nosotros.

Karol Espinoza

Bachiller en periodismo y licenciada en Comunicación de Mercadeo. Periodista de Deportes con más de 14 años de experiencia. Integra La Teja desde setiembre del 2006.

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