Luis Gerardo Vindas ama su microbús combi, que no pasa inadvertida en las calles de Cartago, en especial por las de barrio El Camen de Cartago, donde vive.
La considera un chuzo por ser un carro antiguo y además le gusta mucho, incluso la apoda Amanda, suficiente razón para mostrarla en nuestra sección "Chuzo de la semana".
–¿Qué tipo de vehículo es?
–Es una microbús combi marca Volkswagen, año 1971.
–¿Le tiene algún nombre de cariño?
–Sí , se llama Amanda. Alguien me sugirió que le pusiera un nombre y yo le puse Amanda por mi nieta.
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–¿Cuánto tiempo tiene de tenerla y cómo la adquirió?
–Tengo once años de tenerla. Mi hijo trabaja en el hospital Max Peralta y ahí trabajaba un señor en seguridad, ellos se hicieron amigos y él le contó que tenía una vocha para vender porque se le casaba una hija y necesitaba dinero.
Le preguntó si sabía de alguien que se la pudiera comprar, mi hijo me comentó y yo le dije que me gustaría ir a verla. Cuando fui a verla casi me desmayo, estaba en muy mal estado, toda deteriorada y sucia, pero aún así me gustó mucho.
–¿En qué precio la adquirió?
–Yo le pregunté que en cuánto me la vendía y me dijo que en ¢250 mil y que me ayudaba con la mitad del traspaso y así fue como la adquirí.
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–¿Qué arreglos le ha tenido que hacer?
–De todo un poco, pintarla por dentro y por fuera, cambiar asientos, llantas, los forros, la batería, las direccionales, entre otras cosas.
–¿Cuánto calcula que ha invertido en arreglos?
–Aproximadamente dos millones y medio de colones hasta el momento, pero bien vale la pena porque me gusta mucho.
–¿Quién le hace los arreglos?
–Un mecánico amigo mío y de mi entera confianza, porque no a cualquiera se la doy.
–¿La chinea mucho?
–Más que todo los fines de semana que tengo más tiempo para dedicarle, ya que por mi trabajo entre semana se me complica. Me gustaría, cuando tenga el dinero, ponerle una canastita.
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–¿La usa a diario o solo para actividades especiales?
–La uso casi a diario y también la llevo a exposiciones y a actividades del club al que pertenezco.
–¿Ha viajado a zonas alejadas con ella?
–Lo más lejos que hemos ido con Amanda ha sido a playa Bejuco. Eso sí, solo yo la uso.
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–¿El color que tiene es el original o se lo cambió?
–Este es el color original.
Cuéntenos su historia |
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Si desea que su chuzo aparezca en esta sección, mande una foto del carro y el contacto telefónico del dueño, al correo kespinoza@lateja.cr |
¿Es económica?
– Por dicha es muy económica, porque tiene un motor 1.600 enfriado por aire. Hasta con el marchamo me sale barato porque pago ¢63 mil.
¿Cada cuánto tiempo se le deben cambiar las mangueras del radiador al carro? |
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"Se deben cambiar cuando, al tocarlas y apretarlas con las manos (nunca con el motor caliente), se sientan duras, tiesas o hagan sonido como de que crujen. Todo esto es señal de que hay que reemplazarlas y, no solo las del radiador, sino también todas las mangueras que conducen cooland del motor para evitar quedarse varado. Es importante usar cooland porque prolonga la vida útil a todo el sistema de enfriamiento, incluyendo las mangueras; si por alguna razón el motor sufre de calentamiento, deberá reemplazarlas de inmediato, ya que el calor las daña también", dijo el mecánico Bryan Guido (8603 5135). |
–¿Si le ofrecieran comprarla, la vendería?
–Definitivamente no la vendería, estoy muy encariñado con ella.
–¿Qué le dice la gente cuando la ve en la calle?
–Les gusta mucho y me preguntan si la pueden ver porque dicen que está muy linda y que si la vendo. A mucha gente le gusta tomarse fotos con la vocha y me preguntan si se pueden montar, yo les abro la puerta y se sacan las fotos. No me molesta para nada, al contrario, me gusta mucho.
–¿Recuerda alguna anécdota especial con ella?
–Un día que veníamos de las piscinas en Coronado, bajando de Dulce Nombre de La Unión, empezamos a ver humo y nos asustamos mucho.
Nos bajamos muy rápido, fue que se calentaron los discos delanteros, y como todavía traíamos refrescos, nos pusimos a echarlos para enfriarlo, ya que no llevábamos agua.
Lo que no sabíamos era que al estar tan calientes (los discos) se podían reventar, pero gracias a Dios no nos pasó eso y cuando se enfrió pudimos seguir nuestro camino hasta la casa.