La espera del llamado de Oscar Ramírez para integrar la Selección Nacional puede ser un martirio para muchos jugadores, pero en el Saprissa Christian Bolaños se encarga de dirigirlos y llevarlos a la calma.
Bola es uno de los fijos del Machillo para ir a Rusia 2018, pero aun así no se relaja y trabaja fuerte. Si va a suelo ruso se convertiría en un histórico de Costa Rica junto a Michael Umaña, con tres mundiales mayores jugados.
Por esta razón, hay peso suficiente para que Christian aconseje a Ariel Rodríguez, David Ramírez, Daniel Colindres y Johan Venegas quienes están a las puertas de su primer mundial mayor.
"Los objetivos individuales van a quedar de lado, tenemos que concentrarnos en la parte grupal y ponerla al servicio del equipo, aquí nadie es más importante de lo que es Saprissa. ¿Al Mundial? todos quieren ir, ya yo estuve en esa situación y lo más importante es concentrarse en el equipo, trabajar fuerte y eso va a llegar por sí solo", explicó Bola.
Christian conoce muy bien ese sentimiento que pueden estar pasando sus compañeros.
"Esa presión es bonita, pero uno la tiene que manejar, ¿cómo? entrenando bien, preparándose de la mejor manera y eso va a llegar. El problema es de Oscar, si ve que estamos haciendo las cosas bien él nos va a tomar en cuenta", indicó el saprissista.
"Obviamente ya hay una base, no se puede mentir; él tiene confianza en un grupo, pero él hace la lista, al final uno tiene que mentalizarse en lo que es el equipo y dejar de lado el mundial. Falta mucho tiempo aunque parezca poco, en el fútbol pueden pasar muchas situaciones, en especial con Ariel, le digo que trabaje fuerte y callado y que si le va a llegar, le va allegar por el trabajo que está haciendo acá (Saprissa)", agregó.
Para Bolaños la obsesión de un jugador por este tema puede pasar factura, porque nada se puede forzar.
Regreso inolvidable.
El regreso de Bola al fútbol nacional no pudo ser en un mejor panorama, jugó 17 minutos en un clásico que fue toda una fiesta para los morados, pues en ese momento iban ganando 3 por 0 a Alajuelense. El juego terminó 3 -1 a favor de los tibaseños.
"Me sentí bien, un poquito ahogado, tenía apenas una semana de estar entrenando, tengo que seguir trabajando, vamos por buen camino. Quiero agradecerle a toda la afición por todo el cariño que me han mostrado desde que llegué, el amor es recíproco y ellos los saben, voy a esforzarme al máximo para devolverles ese cariño", señaló el volante.
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"Debutar en un clásico ganando es muy bonito y especialmente por la afición que me está mostrando mucho apoyo, me ayuda a seguir trabajando en los entrenos. Mejor no pudo ser, es una sensación muy bonita, no lo voy a olvidar", agregó Christian.
El Monstruo se trajo a Christian, con 33 años de edad, quien espera darle muchas más alegrías cuando esté con toda la pata.