La atleta Teresita Arguedas empezó con temor este sábado la dura maratón de Tamarindo porque no sabía cómo iba a reaccionar cuando pasara por 27 de abril, un lugar que hace nueve años marcó su vida.
En el fatídico cruce con Villareal en Santa Cruz de Guanacaste la deportista perdió a sus dos hijos (de tres y cinco años) en un accidente de tránsito en el que también murió su suegra. Ese es desde entonces un trago amargo que recuerdan todos los días.
Para llegar a la meta de la carrera de 42 kilómetros, en la que terminó cuarta, la deportista debía pasar por un sitio al que le huyó por años y al que desde la desgracia no había vuelto.
"Uno de mis principales objetivos era romper ese muro de lo que sucedió con mis hijos. No era el kilometraje, sino la nostalgia mental. Esta fue mi segunda maratón, la primera fue Correcaminos, pero Tamarindo representa mucho para mí, sin duda me quedo con esta", comentó.
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La mamá salió de la meta con la ilusión de conseguir el boleto para la maratón de Boston y tratando de concentrarse en ese objetivo y ahí le apareció un ángel que, según las palabras de la atleta, enviaron sus propios hijos para que lo lograra.
"Le temía demasiado llegar a ese trayecto (donde pasó el accidente), el solo pasar por ahí, pero Dios pone ángeles en mi camino y me puso a un muchacho. Empezamos a correr desde el kilómetro 15, me metió conversación y ahí nos fuimos juntos trabajando, eso desvío un poco el sentimiento que tenía de pasar por ahí", destacó Teresita,
La corredora habla de Ronald Montero, un vecino de Puente Salas de Barva y quien corría su quinta maratón con un mensaje de decía "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece", una frase que le llegó a Teresita al corazón y le ayudó para tomar fuerzas porque ella lo tomó como un mensaje claro.
"Nos fuimos juntos bastantes kilómetros, pero ya después no le pude seguir el ritmo porque ella es muy buena. Yo sabía del accidente, pero no dónde había sido, la conversación fluyó de forma muy natural no porque quisiera distraerla al propio. Para mí atletas como ellas son una gran motivación y me alegra haberla podido ayudar", comentó Montero en la meta cuando se encontró con su nueva amiga.
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Su sostén
El apoyo de su familia ha sido fundamental para Teresita. Ellos y el atletismo son los responsables de que la sonrisa de esta luchadora no se apague y se mantenga tan viva como lucía este sábado, cuando atravesó la meta a las 7:19 a.m.
"Al llegar a 27 de abril encontré a mis tíos Gerardo y Hania gritándome y dando ánimos, se me puso la piel de gallina, fueron exactamente a ese lugar porque sabían que era complicado, de la nostalgia más bien pasé a la fuerza", destacó.
Su esposo, Roy Salazar, quien corrió en la categoría de media maratón (21 kilómetros), destacó la importancia que ha tenido el atletismo en la vida de su esposa.
"En este deporte ella encontró una motivación extra, el despeje que necesita para seguir adelante. La situación que pasamos no es fácil, es una lucha diaria, algo con lo que nos levantamos todos los días, pero de la mano de Dios ahí vamos y ¿de qué mejor forma que haciendo deporte?", destacó Roy.
En abril de 2018, Teresita viajará a Boston para correr en su primera maratón internacional. Irá feliz y segura por los dos angelitos en el cielo que nunca la aflojan.