El exfutbolísta Enrique Borja fue uno de los más reconocidos y admirados jugadores en México durante las décadas del 60 y 70 por su extraordinaria capacidad goleadora.
Más allá de México, muchos recuerdan a Borja gracias al programa “El Chavo del Ocho”, el jugador al que siempre mencionaba el Chavo cuando se ponía a jugar al fútbol con Quico.
Con el grito “gol de Borja”, Chespirito se encargó que todo el continente conociera al implacable goleador del América, equipo favorito del genio de la comedia azteca.
En una entrevista para el podcast “La pelota al que sabe” de la cadena nortamericana TUDN, el exatacante de las Águilas recordó un viaje que realizó junto a Roberto Gómez Bolaños y que tuvo a Tiquicia como escenario.
La anécdota se llevó la atención de todos en el episodio titulado: “El día que Chespirito le ganó al América en un aeropuerto”.
“Un día nos tocó ir a jugar creo que a Costa Rica y volamos en el mismo avión (Chespirito y Borja), cuando llegamos vimos una cantidad impresionante de gente y le digo a Roberto: ’Hijole mira cómo jala gente el América, mira cómo está eso para recibirnos’. Roberto se queda callado, no me dice nada y yo ahí presumiendo.
“Entonces empezamos a bajar los jugadores, y sí había gente gritando algún nombre, América y todo, pero en el momento en el que aparece por la entrada Roberto Gómez Bolaños se cae todo, la gente se volvió loca y yo dije: ‘qué clase de imbécil soy’, estuve pensando que venían recibirnos y no, ¡toda la gente venía a recibir al Chavo del Ocho!”, contó.
El goleador comentó que para él aquello fue un shock y se dio cuenta del poder y el arrastre que tenía un programa como el Chavo del Ocho en toda América Latina. Borja no precisó exactamente en qué año fue.
“A mí me conocían más fuera de México cuando decían, “ahhh ese es Borja, el del Chavo, entonces me decían fírmale, mirá es el ídolo del Chavo. Lo que hizo Roberto con mi imagen fue hermosísimo, muy importante”, explicó.
Enrique Borja comenzó a consagrarse como estrella del fútbol mexicano cuando a los 20 años le anotó un gol a Francia en el Mundial de Inglaterra 1966. El atacante también estuvo en el seleccionado mexicano que participó de la Copa del Mundo de 1970 organizada en su país.
Borja para muchos es el ídolo máximo en la historia del América basta ver su despedida del fútbol en 1977, al que asistieron 120 mil personas en un llenazo en el estadio Azteca.