No sé que nos socolloneó más este fin de semana, si los fuertes temblores de la noche del domingo, o la humillación 5 a 0, propinada por España, la cual nos dejó con los chingos abajo.
Después del soberano susto del domingo, nos queda nuevamente otra gran lección. Los ticos no debemos bajar la guardia en materia sísmica.
El Colegio de Ingenieros y Arquitectos así como las municipalidades deben mantenerse muy estrictos y transparentes a la hora de dar permisos de construcción.
El chorizo en que incurran cualquiera de esas instituciones puede significar la muerte y el dolor en muchas familias en cualquier momento. México es un ejemplo muy fresco y desgarrador.
Por la maginitud de los meneones y la superficialidad, se podría pensar que los daños serían desastrosos, sin embargo, gracias a Dios no fue así. Lamentamos las tres vidas que cobraron los sismos, las tres debidas a infartos, por el tremendo susto, pero la infraestructura se mantuvo de pie, como no pudo la selección el sábado y esperamos que hoy se levante en Hungría.
De nos ser así, y este martes repetir con otro ridículo que devalúe más al equipo de todos los ticos debe servir para que todos pongan las barbas en remojo, cuerpo técnico, federativos y todos los que andan disfrutando de las goces de Europa gracias al fútbo, pero cuyo aporte a este deporte en Costa Rica es inexistente.