Celso, ¡la que te comiste! la cara de Borges y el gesto de Marco Ureña hablan por si solos.
Costa Rica ha tenido la opción más clara del partido. Sí, leyó bien. No fue Brasil, fuimos nosotros.
La Sele estaba bien paradita atrás y hasta salía con personalidad, tocando la pelota como si no tuviese al frente al pentacampeón del mundo.
En una de esas atrevidas salidas de pie a pie, la Nacional logró abrirle a Cristian Gamboa el sendero de la banda derecha.
El lateral se infiltró en el área con sus tradicionales corridas y metió un centro rastrero hacía atrás, el legítimo pase de la muerte que, lastimosamente, no encontró vida en el pie del volante.
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Celso venía entrando al área y remató de seguido, con unos cuantos brasileños al frente, pero con espacio para transformar el remate en gloria.
Sin embargo, el remate se fue por un costado, por poquito.