Celso Borges de Alajuelense y Fernán Faerron de Herediano cometieron faltas muy violentas durante el primer tiempo de la semifinal y el árbitro Pablo Camacho ni siquiera los amonestó.
Para muchos aficionados, ambos jugadores, sobre todo Celso, merecían una tarjeta roja por ser una entrada por detrás.
Henry Bejarano dijo que eran jugadas de juego brusco que ameritaban una tarjeta amarilla, pero no una expulsión.
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“Son amarilla por entradas temerarias”, sentenció el analista.
Otro que se debió ganar una preventiva fue Diego Campos, pero tampoco fue amonestado.