La catedral presenció una mejenga intensa, con seis goles, como no daba entre León y el Monstruo desde el Apertura 2003, cuando también empataron a tres en el mismo escenario.
La figura de este duelo fue la bandera de Honduras, gracias al gran espectáculo que dieron los cuatro catrachos que estaban en la canchan, Róger Rojas, Alex López y Luis Garrido por la Liga, y Jerry Bengtson del lado saprissista.
Ro-Ro, López y Bengtson se hicieron presentes con gol, mientras que Garrido hizo lo suyo en la media cancha, cumplió cortando los ataques morados en la cancha.
Es la primera vez que tres jugadores hondureños anotan en un clásico, el número 314 de la historia del fútbol tico.
El juego desplegado por los cuatro, no solo con sus anotaciones determinó que el partido se llenara de emoción por todos los costados del campo erizo.
En primera parte Rojas volvió a demostrar su olfato goleador, dándole vida a la Liga cuando el Sapri los tenía con el marcador abajo, y se convirtió en el goleador del torneo con 13 tantos, los mismos que alcanzó su compañero de ataque, Jonathan McDonald.
"En este tipo de juegos se debe dar todo por el equipo y eso hicimos hoy. Los goles llegan gracias a Dios y no me puedo olvidar del trabajo de mis compañeros para asistirme. Ganar era nuestro principal objetivo para despegarnos, pero no se pudo", dijo Róger.
En el caso de Alex López, su talento y corazón en la media lo hicieron destacarse en la lucha que tuvo con sus colegas de puesto del Monstruo y tuvo como premio una gran anotación, demostrando su poder de media distancia en el 2-2. López también tuvo la cualidad de manejar bien los tiempos de juego cuando tuvo la pecosa en su poder.
"En juegos como este es esencial no tener despistes y cuando los tuvimos los pagamos caro, pero demostramos nuestra fuerza como grupo porque siempre fuimos hacia adelante y aunque no se nos dio la victoria los aficionados tienen claro que siempre la buscamos", dijo el creativo catracho.
Jerry Bengtson criticado por su bajo rendimiento durante el torneo, se esforzó para probar que puede dar más en el Saprissa, eso sí, su fútbol no es tan brillante y claro como sus compatriotas de la Liga.
Al final del juego la nota de bonita se dio entre los catrachos porque los delanteros Rojas y Bengtson intercambiaron sus camisetas.