Arturo Campos metió el cabezazo más importante de su carrera, uno que no se olvidará en años, ya que con ese gol Cartaginés finalmente derrotó al muñeco, logró romper una maldición de 81 años para darle un título a una afición que lo merecía.
El cubano Marcel Hernández, ya en tiempos extra, con un gran pase, abrió por la derecha al incansable José Luis Quirós, este puso un centro preciso a Campos y el frentazo dejó sin opción al portero Miguel Ajú.
Adiós a 81 años de frustraciones. Hola a las mieles del triunfo. Ya sobre el escudo lucirán la cuarta estrella.
Atrás quedaron el muñeco, las maldiciones, los errores arbitrales, el bullying. Ya es pasado. Cartagineses, a partir de hoy, la historia será otra para el equipo.
De la mano de una gran gestión del presidente don Leonardo Vargas, los brumosos volvieron a alzar el título nacional y nada más y nada menos que en la Catedral del fútbol, el Alejandro Morera Soto, y en el día que nació José Rafael “Fello” Meza.
Fue una gesta que dio inicio desde la semifinal, cuando sacaron al campeón nacional, al Herediano, la bestia negra del equipo en los últimos años. Y la redondearon venciendo a la Liga en la final de la segunda fase y dejando con las manos vacías a los mismos manudos en la gran final.
Saludos campeones. Pero hoy lo festejan los brumosos, los saprissistas, los heredianos y, por qué no, más de un liguista al que no le importa que la racha brumosa termine con su equipo. Incluso todos aquellos brumosos en el cielo que murieron sin ver a su equipo campeón.
Saludos a Marcel Hernández, Allen Guevara, Jeikel Venegas, Kevin Briceño, Michael Barrantes, Bayron Bonilla, Daniel Chacón, a todos los jugadores que lograron hacer equipo y jugar como una familia. Y cuando hubo algún desperfecto, algún desorden defensivo, por ejemplo, tuvieron la sapiencia de pedir ayuda a quien sabe, Mauricio Wright, un asistente técnico que se las sabe de todas, todas.
La pulsearon. La iniciativa del juego fue de la Liga, era esperable. Estaba con su gente, con el bullying encima, con Cartaginés cerrado, ordenado, esperando un hueco en la defensa, un error, o una inspiración.
El partido era totalmente manudo, o sea, se jugaba en territorio cartaginés pero las opciones eran pocas.
Al 34′, la Liga hizo una estupenda jugada colectiva, que empezó con Bryan Ruiz en propio campo, siguió con Ian Smith, con Freddy Góndola, quien se la puso a Celso Borges entrando al área y de costado. El volante le dio de seguido, sin dejarla picar y el portero Briceño ahogó el grito del gol.
La dinámica no cambiaba, la Liga encima, Cartago defendiendo.
Un tiro libre de Johan Venegas, al puro ángulo al 43′, fue salvado por Briceño para mantener el cero en el arco.
Pero el gol de Alexis Gamboa rompió todo. Un tiro libre de Celso, fue desviado en su viaje al área por Carlos Barahona y le llegó a la torre manuda. Gamboa envió un testarazo casi debajo del marco que desató la locura.
Cartago entonces cambió. Fue más ofensivo aunque ya el caudal futbolístico le favorecía a la Liga, pero aún así, lo intentó.
Metió bolas al área, buscó desdobles con rapidez, buscó el marco.
El tiempo regular no le alcanzó a ninguno, se fueron a tiempos extra y pasó lo que ya les contamos, Arturo Campos dio un título que se esperó por tantos años.