EscucharCartaginés empezó con el pie izquierdo el campeonato regalándole un punto en casa al Santos de Guápiles tras el empate a cero este domingo en el Fello Meza.
Los brumosos, por ser casa, salieron más incisivos que los visitantes, pero de poco les sirvió porque el marcador nunca se movió a su favor.
Con Paolo Jiménez haciendo de las suyas por la banda izquierda, jugando a perfil cambiado, el cuadro de Martín Arriola encimó a su rival para no dejarlo entrar en acción.
Esta idea brumosa provocó que Johnny Chaves tuviera que reaccionar rápido desde la zona técnica para indicarle a sus pupilos que cerraran mejor sus líneas, porque estaban dejando espacios por los que Cartaginés generaba peligro.
Sin embargo, si los blanquiazules no abrieron el marcador fue por la mala definición del futbolista tico.
Para muestra un botón, la jugada que bota Manfred Rusell frente al marco tras un buen servicio de Jiménez. El remate del volante fue demasiado abierto, cuando estaba apenas para matar.
Superado el susto, Santos se juntó en media cancha más que una pareja enamorada, para empezar a salir con más propiedad y así crearle problemas a los de la Vieja Metrópoli.
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Viendo que su rival se aplicaba bien en la marca y tratando de crear juego fluido hacia su marco, Cartaginés empezó desarrollar juego de mucha velocidad, como gacelas cuando le huyen al león en la selva.
Y sí le sirvió, porque logró desestabilizar a la defensa santista, pero como lo apuntamos atrás, el eterno problema de la definición en las mejengas ticas, no permitió que el 0-0 se moviera.
Los caribeños se pellizcaron y se la jugaron con el fuera de juego, una movida que les salió, pero que fue más arriesgada que apostar toda la plata en un casino.
Cambio de planes
La segunda parte arrancó muy diferente porque el Santos cambió su estilo a uno más directo, buscando a sus delanteros Steven Williams y Javon East con balones largos.
Insinuándole a los brumosos que serían más ofensivos y así ellos no se fueran tan alegres al ataque.
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Gracias a esa iniciativa del cuadro caribeño, el primer aviso llegó con un misil que soltó Steven Williams, apenas para que Daryll Parker se luciera con un desvío magistral.
Por ahí se dice que lo bueno hay que copiarlo, pues eso hizo Douglas Forvis, porque vio a Parker con tremenda tapada e hizo lo lo mismo cuando sacó a quemarropa un derechazo en la boca del marco del mexicano Julio Cruz.
Martín Arriola buscó rescatar el dinamismo de sus muchachos, haciendo debutar a Jurguens Montenegro, cedido a préstamo por la Liga y eso provocó que Cartaginés recobrara la posesión de la chocobola, teniendo más llegadas, pero sin encontrar el golpe decisivo sobre su rival.
En los últimos 15 minutos del choque, las acciones tuvieron al local como el único dueño, porque los contragolpes del Santos cada vez fueron menos y cómo no, si el empate tampoco era un mal negocio para ellos.
Tras de eso, cuando parecía que los brumosos iban a asfixiar a su rival para darle la estocada final, Arriola mandó al campo al defensor William Quirós por el atacante Cruz, un pecado para un equipo que está buscando ganar.
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Esto le quitó presión a los pupilos de Chaves para manejar el 0-0.
Cartaginés debió ganar, porque fue más toda la mejenga, pero como el fútbol no es de merecimientos, lo realmente merecido es que haya empezado el campeonato con el pie izquierdo por su mala definición.
