Pese a que el Cartaginés se cansó de dominar a Pérez Zeledón durante la mayor parte de la mejenga, los isidreños supieron aplicarse en defensa y cubrir la ausencia de uno de sus jugadores que salió expulsado en el primer tiempo.
Los brumosos se enredaron este domingo en los mecates defensivos del conjunto generaleño, que pese a los inconvenientes logró sacar un empate a cero que lo mantiene con opciones de clasificar a la siguiente fase del torneo de Clausura.
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La mejenga arrancó con 30 minutos de retraso debido a que un juego de Linafa que se disputó en el estadio Jorge “Cuty” Monge se extendió a tiempos extra, situación que imposibilitó que sureños y brumosos iniciaran su calentamiento en el momento indicado.
La situación puso como un miura a los de la Vieja Metrópoli, quienes se pusieron exquisitos y les tiraron todos los clavos a sus rivales de turno por no tomar en cuenta la mejenga de Linafa. Los cartagineses presentaron una protesta formal al cuerpo arbitral y al comisario de la UNAFUT, solicitando que los puntos del juego les sean entregados, debido a esta situación.
Lo anterior, pese a que cada conjunto dispuso de los 40 minutos estipulados por reglamento para calentar antes de la mejenga, La dirigencia del Cartaginés alegó que el atraso alteró la ansiedad, las horas de sueño de sus jugadores, así como toda la planificación realizada para este partido.
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Al empezar a rodar la redonda, el Cartaginés no se anduvo con media tintas y salió a buscar el marco de Bryan Segura, ya que necesitaban llevarse los tres puntos hasta la Vieja Metrópoli y mantener vivas las opciones de clasificar.
Pero, el técnico isidreño, José Giacone, estuvo ojo al Cristo y ordenó a sus líneas adelantarse para presionar la salida del cuadro visitante y evitar las llegadas de peligro contra su portería.
Esto funcionó a la perfección porque Pérez tuvo más control de la chocobola y comenzó a llegar con peligro al marco de Daryll Parker.
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La respuesta de Martín Arriola no se hizo esperar, pidiéndole a sus pupilo tocar en corto para quitarse la cerrada marca de sus rivales y así generar espacios para sus artilleros Marcel Hernández y Hernán Fener.
Al cuadro sureño se le complicó el negocio desde el minuto 43 cuando su jugador Dennis Castillo cometió dos faltas seguidas y se ganó igual cantidad de cartulinas por lo que jaló expulsado y dejó a su equipo con uno menos y con el Cartaginés en plena presión.
Cartaginés sacó caja con un hombre de más y siguió insistiendo en procura del empate, pero ante Pérez una cosa es querer y otra poder.
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Los guerreros del sur se defendieron como gato panza arriba, pero sin desaprovechar los espacios que dejaba el cuadro blanquiazul dentro del terreno de juego para inquietarlos con contragolpes siempre que tuvieron oportunidad.
Arriola siguió haciendo jupa para tratarle de dar más profundidad a su divisa, razón por la cual envió al terreno de juego al escurridizo Paolo Jiménez para generar más llegadas por los costados.
Con las variantes blanquiazules, el juego tuvo un claro dominador y de verdad que las llegadas al marco de Bryan Segura se repitieron con frecuencia, pero los generaleños sacaron todo su arsenal defensivo para evitar que el gol brumoso se diera.
Giacone siempre tuvo la habilidad de mantener su equipo bien ordenado y de aprovechar los contragolpes para inquietar a los brumosos.
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Cartaginés pecó de ansioso y la ansiedad los obligó a fallar, como sucedió con sus goleadores Marcel Hernández, quien anda de capa caída, y Hernán Fener, ya que ninguno de los dos estuvo fino cuando tuvieron frente al marco de Segura, quien en varias ocasiones salvó a su equipo y en otras la diosa fortuna.
Un empate bueno para Pérez en su objetivo de clasificar y malo para el Cartaginés que sigue sin poder consolidar sus sistema de juego, razón por la cual no avanza en la tabla.