El pitazo final del árbitro Adrián Elizondo trajo la tan anhelada tranquilidad a Cartago, en las gradas muchos respiraban aliviados, mientras que en la cancha algunos jugadores se quedaron hincados o respirando hondo como diciendo "qué salvada".
El empate a uno en casa, le dio a los centenarios el punto necesario para ahuyentar el fantasma de la Liga de Ascenso y evitar la pesadilla de irse a la segunda división.
Salvarse de un descenso no debería celebrarse como si se tratara de algo bueno, porque es muestra inequívoca que se hicieron muchas cosas mal para llegar hasta ese punto, pero sacarse ese chicharrón de encima por lo menos reconforta un poco.
Los brumosos tienen años que el título de "equipo grande" lo dejaron enterrado junto al famoso muñeco que los "frena", pero al menos ante su gran archirrival demostraron orgullo, vergüenza y coraje, haciendo uno de sus mejores partidos del torneo.
Uno ve el partido de este domingo y no creería que se trata del líder general del campeonato y el penúltimo lugar, un equipo que en algún tramo del torneo perdió la vergüenza y se metió en una bronca de la que salió más por la incapacidad de Liberia que por méritos propio.
El torneo de Cartaginés fue malísimo, eso nadie puede negarlo por donde sea que le mire, pero ante los florenses no apareció el equipo de tantas congojas, sino otro que salió a buscar una victoria desde el primer minuto y metió en serios problemas al líder.
La igualada redujo la ventaja del Team en el primer lugar, ahora tiene apenas a uno punto al Saprissa y no pudo aprovechar la opción de sacarle más ventaja a Alajuelense, además se le acercó el Santos.
Acción pareja
Si los cartagos hubieran jugado de la manera que lo hicieron este domingo, no solamente no hubieran sufrido por un descenso seguramente, sino peligroso que pelearan por clasificación, es que fue otra cosa.
Tampoco exageremos, no es que los brumosos hayan borrado al Team, porque eso ni se acercó, pero le peleó de tú a tú, dieron un partido parejo, algo que parecía impensado hasta hace pocos días, cuando más de uno pensó que los rojiamarillos comerían jamón.
Apenas se acomodó en el campo luego de unos primeros minutos de manejo visitante, los centenarios empezaron a montar peligro por la derecha, principalmente con un muy inquieto Ricardo Blanco, conductor de los hilos locales.
Ambos equipos pisaban las dos áreas, el partido era de ida y vuelta, atractivo, con dominio alterno, lejos de la propuesta mezquina y defensiva que Cartaginés mostró en fechas anteriores.
El primer gran aviso lo dio Paolo Jiménez con un cabezazo con sello de gol a los 17 minutos, pero Leonel Moreira sacó una mano providencial para desviar la pecosa.
Los florenses respondieron tres minutos después con un remate de Yendrick Ruiz quien ahora fue Luis Diego Rivas el que tapó y de una los cartagos probaron otra vez a Moreira esta vez con un cabezazo de Johnny Woodly.
Herediano seguía intentándolo, Cartaginés también, era un partido digno de una cuadrangular o una semifinal, algo había más que la motivación de sacar el punto que los salvara del descenso.
Pepinos llegaron
Para la segunda parte llegó lo único que le faltaba el partido, los goles. Herediano se adelantó en el marcador a los 58 minutos con un gol de cabeza de Jairo Arrieta luego de un bomberazo de Rivas en un centro al que no le llegó y dejó solo al Pamperito.
Con el gol, el Team lucía mejor, Blanco se apagó, pero el ingreso de Mauricio Castillo por Joan Arley le hizo mucho bien a los locales, reanimó a Richy y con el empuje de los dos igualaron de nuevo la propuesta rival.
A los 74 llegó el empate con un justo premio para Ricardo, en una confusa jugada que que primero pifeó Johnny Woodly, pero si la cazó el volante, cuando Pablo Salazar le llegó a la bola, lo hizo desde adentro por eso el línea la dio como gol.
Los últimos minutos ambos equipos pulsearon más, el conformismo que tuvieron los centenarios durante casi todo el torneo no se vio ni ahí, cuando en teoría tenía cierto derecho de hacerlo, ambos querían ganar.
El torneo para los brumosos ya terminó, no tienen nada más porque pelear, mientras que el Team tiene que pellizcarse, la cima todavía es suya, pero atrás hay tres equipos que le están pisando los talones deseando madrugarlos.