El Club Sport Cartaginés, en el juego ante Puntarenas FC, mostró chispazos de mejora, tomó la iniciativa para abrir el marcador, nunca bajó los brazos para presionar al rival, pero pese a eso no superó el empate 0-0 por culpa de su principal problema: La definición.
Mario Garcia se presentó al Fello Meza con su propuesta de jugar bonito, pases seguros y muchos remates al marco chuchequero, pero una vez más se reflejó el tema del porqué los brumosos aún no se reencuentran con la victoria.
No importaba si era Jeikel Venegas, Marcos Ureña o Allen Guevara, desde el centro del área o por los costados, el resultado era el mismo: El balón por fuera o desviado por los defensas del Puerto.
Miguel Ajú también aportó con la causa en varias intervenciones y generó colerones en el banquillo blanquiazul, que buscaban respuestas a las constantes preguntas que se hacían del porqué la bola no entraba.
Por lapsos era don Mario y en otros su asistente Fernando Palomeque que se agarraban la cabeza cada vez que sus pupilos desperdiciaban una oportunidad, una imagen que se repitió muchas veces.
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Briceño chiveado
Antes que arrancara la segunda parte, el portero brumoso Kevin Briceño dejó una de las postales del juego, pero no por su desempeño, sino por su “pleito” por la activación de los aspersores para regar la cancha.
Debido a eso el juego se retrasó por unos minutos, lo que sacó de sus casillas al portero, se puso chiva y aplicó varios malabares para apagarlos.
Primero volteó hacia el banquillo para pedir que los apagaran, al no obtener respuesta, intentó cambiar la dirección del agua hacia un costado, como no le salió el plan, agarró una de las vallas publicitarias para que el chorro cambiara de dirección, al ver que tampoco le funcionó, tomó la valla y la puso encima del aspersor.
En la transmisión de FUTV no le perdieron la pista al momento, el periodista Alexánder Gaitán explicó que se activaron de forma programada porque por lo general no se juega a esa hora y el comentarista Hernán Morales dijo: “Pero no gana nada con hacer eso”.
No pudo Marcel
Para el complemento entró Marcel Hernández para intentar romper el cerrojo puntarenense, pero qué va, las cosas no les salían a los locales.
La intensidad aumentó con la llegada del cubano, pero el gol se quedó en el camerino, nos podía dar hasta la medianoche y ni así las anotaciones llegarían.
En Puntarenas las caras de desesperación también eran notables porque tampoco encontraban el camino al gol, principalmente porque los defensas azules los frenaban en seco, pero la presión del no descenso por ratos puso a Douglas Sequeira color de hormiga.
Al final el empate a cero se hizo grandísimo, un punto que Puntarenas valora mucho para evitar caer en el descenso, pero en Cartaginés no debe saber nada bien ya que la crisis de no ganar se extendió a siete partidos, la clasificación a semis y los puestos de Concacaf se alejan, veremos si para el próximo duelo, ante Santos, podrán superar su principal reto: la definición.