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Cartaginés le aplicó una receta de esas que duelen al Saprissa, sin ser mejor ni tener muchas opciones a marco, le sacó el triunfo de la Cueva en el partido de ida de la semifinales del Torneo de Copa al derrotarlo 2-0
Al final en el fútbol lo que se necesitan son goles y los brumosos hicieron tres tiros en el segundo tiempo y dos fueron gol, sin necesidad de tener mucho el balón, también se puede ganar.
De esos goles uno fue de un exmorado, Kevin Espinoza apenas como para que chime más y otro de José Luis Quirós. El tercero lo sacó de la línea David Guzmán, pero llevaba sello de gol.
De feria los morados acabaron con nueve jugadores por dos expulsiones, una noche que pintaba bonita y acabó horrible.
El otro protagonista del juego fue el arquero del Cartaginés, Kevin Briceño, fue el principal obstáculo en el camino del Saprissa para abrir el marcador, era la principal pega de un voluntarioso Monstruo.
En dos ocasiones Kevin se fajó, dos remates de Mariano Torres que iban con sello de gol, pero el arquero brumoso dijo no.
A los 19 le sacó un zurdazo abajo del punto de penal y a los 22 le sacó otro fuera del área que llevaba veneno teniendo muchos jugadores al frente que le tapaban la visión.
Briceño demostró una vez más porque los blanquiazules le tienen tanta confianza para renovarle su contrato hasta el 2026, noticia que dieron a conocer este martes.
Esos remates fueron lo más peligroso de una primera parte floja a la que se suma otro remate de Luis Paradela que se fue rozando el palo y hasta ahí de parte de la S.
La creación de los blanquiazules no era clara, le costó mucho amarrar jugadas y llevar peligro, no podía hilvanar con claridad pases seguidos.
Lo más peligroso fue un tiro libre a los 42 minutos en los linderos del área cobrado por Michael Barrantes y que apenas pudo desviar el meta morado Kevin Chamorro para que pegara en el horizontal.
De vuelta al partido, en el segundo tiempo, Briceño seguía en plan grande, al 57 le sacó un cabezazo muy bien dirigido a Fidel Escobar y al 66 Mariano lo volvió a probar, pero otra vez perdió el pulso con otra tapada del meta.
En la otra área, ni sus luces de peligro, todo sucedía en la brumosa, tanto así que hasta un conato de bronca que se llevó dos expulsados se dio muy cerquita.
Fue una torpeza de un jugador talentoso como Luis Paradela ensuciar el juego de esa manera, ponerse a provocar al brumoso José Luis Quirós con un golpe y cuando el rival le responde se queja.
William Quirós salió a defender a su hermanillo menor y empujó al cubano frente al árbitro, por lo que expulsó a los dos. Eso sí, William demostró que la sangre se defiende.
Esa jugada marcó la debacle morada, perdió una de sus figuras y empezó a perder la paciencia, pues en siete minutos sufrió dos rojas, al 74 Pablo Arboine se mandó una barrida que llegó tardísimo contra Jeikel Venegas y ya con amarilla se ganó la segunda.
Fue la falta que abrió el camino de la jugada del gol, era el primer remate a marco brumoso en el complemento, pero como lo ha mostrado el mundial, a veces es lo único que se necesita.
Ronaldo Araya pegó un tiro libre desde el sector izquierdo a los 74, Kevin Chamorro rechazó mal y la jugada le quedó a Espinoza para anotar debajo del marco.
Christian Bolaños lo intentó dos veces, en una falló por poco y en la otra Briceño voló.
Al 86, los brumosos mataron con el tanto de José Luis, una gran jugada en la que se quitó dos marcas entrando al área y definió a un lado. Dedicado al hermanillo que lo defendió antes. Así sabe más.
