Si a Marcel Hernández no se le puede dar ni un centímetro porque aprovecha para anotar, ahora imagínese si le regalan la bola y lo dejan solito, solito frente al marco, sin marca alguna y con el portero vencido.

Por más increíble que parezca así ocurrió este domingo en el Fello Meza, cuando al arquero Luis Alpízar pifió escandalosamente un pase retrasado de Pablo Arboine y le dejó el camino abierto a Marcel y al Cartaginés.

Lógico, el cubano avanzó unos metros hacia el marco para abrir la cuenta y empezar un alegre domingo azul.

Al final, la maquinaria pesada de Cartaginés se mostró bien aceitadita y le metieron un sonado 4 a 0 a San Carlos.

Marcel con buen nivel, Guevara con las luces encendidas, Núñez ratificando su calidad, Sosa desequilibrante por la banda izquierda, Montero metiendo pata, en realidad, Cartaginés tiene con qué pelear por algo en este torneo.

Cierto, en algunos tramos del partido fueron superados. San Carlos también juega y tiene sus virtudes que se vieron por lapsos, sobre todo en el segundo tiempo, pero fue cuando más castigo recibió. Esa calidad cuentagotas no le va a alcanzar a los norteños.

Los brumosos tomaron el control de las acciones en las primeras de tanteo y encimaron a los Toros del Norte, con algunas insinuaciones por los costados con Bonilla y Guevara por el centro, con el mismo Cusuco y con Marcel.

Fue Byron Bonilla el primero que intentó con un remate que iba a marco, pero fue desviado por un defensor, esto al minuto diez.

La velocidad siempre fue un aliado de los blanquiazules y el minuto 16 montaron un contragolpe prometedor, pero inexplicablemente el silbatero cortó el avance por una falta sobre Bonilla y no dio la ley de la ventaja, como correspondìa.

Los sancarleños estaban listos para cualquier despiste brumoso y Javon East casi lo logra cuando tomó mal parada a la defensa local y al portero Parker fuera de su zona. Remató para sorprenderlo, pero su tiro fue mal dirigido y le salió un centro para Albert Villalobos que Heyreel Saravia anticipó de forma milimétrica.

Después fue Roberto Córdoba que lo intentó con un cañonazo que salió desviado.

Pero los brumosos seguían tocando en el medio campo, con Núñez, Guevara, Hernández y armaban mejor los ataques, además presionaban la salida norteña.

Una de esas presiones, al minuto 24, surtió efecto, pues Arboine asediado por la marca devolvió la chocobola al portero Alpízar y el cubano fue a buscar la bola, la presencia de Marcel puso nervioso al arquero que pifió el balón y dejó dejó al isleño de cara al gol, donde era imposible fallar.

Sin duda, el primer tiempo dejó la sensación de que Cartaginés era mejor y pudo salir con mayor ventaja.

Paliza

En el complemento, los Toros del Norte despertaron de una especie de letargo y empezaron a llevar peligro al marco de Parker.

Primero Javon East de cabeza, luego Jorman Aguilar con un remate y sobre todo con el desequilibrio por el sector izquierdo del mexicano Julio Cruz, quien desbordaba con frecuencia.

Chirino no pudo rematar luego de uno de los desbordes de Cruz, al 57, y el mismo Cruz, al 60 ensayó un remate que la defensa envió al córner. Eran el mejor momento de San Carlos.

Pero Cartaginés reaccionó y Guevara centró alto por la izquierda, el balón lo ganó en las alturas Jeikel Venegas, quien acaba de entrar, y prolongó a Núñez para poner el 2 a 0 de cabeza, al 62.

San Carlos siguió intentando y Julio Cruz casi descuenta a la jugada siguiente, pero Parker atento evitó la caída de su marco. Esas atajadas se tienen que celebrar como un gol.

Los brumosos se dieron cuenta que no podía dejar crecer a San Carlos y se fue con todo al ataque para buscar el tercer tanto que diera tranquilidad.

Al minuto 67, Kenner Gutiérrez pegó la bola en el poste de un frentazo y el rebote fue a dar a Allen Guevara, que remató potente y la chocobola la sacó un defensa con la cabeza cuando era gol inminente.

La tranquilidad llegó al 79, cuando Cartaginés tocó el balón, se la dieron al Cusuco, que avanzó y remató fuerte y derrotó a Alpízar, a quien Erick Cabalceta le desvió el balón con la mano, si no era gol, era penal.

Ronaldo Araya, que entró de cambio, pudo hacer el cuarto, pero remató flojo y el portero logró atajar, pero al 84, el chamaco brumoso le puso en bandeja de plata el balón a Venegas, quien corrió la diagonal, enfrentó al portero, le hizo un amague y se la metió entre las piernas, esa en las mejengas vale doble.

Tandeada azul que crece y convence.