Cartaginés dio un golpe de autoridad este sábado al imponerse al tetracampeón nacional 2 a 1 en el estadio José Rafael “Fello” Meza.
Con el triunfo, los brumosos se apoderaron del tercer lugar del campeonato con 28 unidades y dejaron a Saprissa con 27 puntos y a expensas de lo que hagan otros rivales que lo están persiguiendo.
El juego se dividió en dos partes. Una sosa y aburrida, que llegó hasta el minuto 65 y con el Monstruo arriba en el marcador. La siguiente, a partir de ese minuto, cuando los equipos se brindaron al cien por ciento en busca del triunfo.
Los goles fueron de Ariel Rodríguez para Saprissa, al primer minuto del segundo tiempo, y de Allen Guevara de penal, al 68′, y de Kennedy Rocha al 90′.
El juego pintaba para ser uno de los mejores del torneo, por lo que se jugaban, por las posiciones de los equipos en la tabla, por la necesidad de puntuar, pero, sobre todo, porque al inicio del cotejo estaban en zona de clasificación y la imagen que deben dar es de equipos poderosos, pero eso no ocurrió en todo el primer tiempo y un buen tramo del segundo tiempo.
Saprissa y Cartaginés, con sus baches, como todos, estaban obligados a levantar la mano, a lucirse con un buen espectáculo, a jugar con vocación ofensiva o, al menos, intentarlo con más vehemencia, pero vimos a dos equipos como amarrados en esos primeros minutos. Los goles, eso sí, le dieron otro condimento al partido.
El público fue en buena cantidad al estadio y por esa razón se merecían un mejor espectáculo desde el inicio, más con el esfuerzo que implica un juego a las 5 de la tarde, y con una tarde muy linda que hizo en la Vieja Metrópoli.
Los visitantes fueron ligeramente superiores en ese tramo aburrido. Tuvieron el control de la bola e intentaron sorprender a los brumosos, con Jefry Valfrede, al que nadie esperaba en el ataque, y el incansable Samurái.
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Cartaginés estuvo mal. El equipo fue superado por el rival de principio a fin, y distó mucho del cuadro de las primeras jornadas. Pero se recuperó, luchó y logró un gran triunfo.
Además, tuvo la primera ocasión del partido. Marco Ureña se despegó de la defensa morada y buscó el marco, pero Esteban Alvarado le achicó bien y le quitó la opción al minuto 5.
Pero después de eso, la S se adueñó de las acciones, con Mariano Torres y Jefferson Brenes tomando el control de medio campo y, sin ser algo extraordinario, dominaron el partido.
Al minuto 17 se dio la primera intervención del VAR, luego que Juan Gabriel Calderón pasó por alto una mano de José Luis Quirós a un centro de Joseph Mora. Aunque el lateral quiso esconderla, en la repetición fue evidente que extendió el brazo para jugar la bola. Ariel remató el penal, al 19′, pero Kevin Briceño le negó la anotación.
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Al 39′, Jefferson Brenes incursionó en el área y Bernal Alfaro, en el suelo, lo derribó con una mano. Calderón fue al VAR a mirar la acción y cambió la decisión de un penal a un tiro libre. Torres ejecutó y Briceño tapó con los puños.
Cambió la cara
En el complemento, Saprissa arrancó con todo y, al primer minuto, en un buen pase de Valverde a Gino Vivi se abrió el marcador. El extremo hizo una diagonal, de izquierda al centro y remató. La bola iba para donde estaba Briceño, pero le pegó a Ariel y se fue al fondo de los cordeles. Parecía fuera de juego, pero el VAR, en su tercera intervención, dio el gol por bueno.
Y el Monstruo apretó el acelerador y logró encimar a los dirigido por Greivin Mora, pero el técnico brumoso movió el banquillo y acertó. Las entradas de Keysher Fuller y, sobre todo, de Kennedy Rocha, cambiaron el partido. Y es mérito del entrenador brumoso.
El minuto 65 fue el punto de quiebra, cuando Pablo Arboine le metió una patada a Rocha dentro del área y aunque pasó desapercibida para Chinchilla, el VAR lo llamó y el árbitro señaló penal.
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Allen Guevara tiró y anotó en una jugada con dramatismo. Esteban Alvarado llegó y tocó el balón, este tomó altura y se desvió para el otro palo, donde el portero intentó llegar, pero su esfuerzo fue en vano.
A partir de allí el juego fue dinámico, con alternativa en ambos marcos, hasta que al 90′ se combinaron tres hombres brumosos para marcar el gol del triunfo. Darwin Lom, quien entró de cambio, hizo un buen pase a Guevara, quien se giró, se llevó una marca, atacó el marco y se la dio a Rocha.
El pequeño brasileño recibió de espaldas, se giró y remató rastrero, ubicado, al palo más largo de Alvarado, quien no pudo llegar.
Cartaginés le dio la vuelta al partido y logró tres puntos de oro en esa lucha encarnizada por clasificar.