Carolina Venegas fue la más reciente invitada al pódcast “La Cueva de los Morados” de La Teja y entre las cosas más destacadas de su presencia fue la declaración de su amor eterno por el Saprissa, ya que confesó que aún vive su sueño de niñez.
La experimentada jugadora de la S se inspiró después que Ricardo Silesky, periodista de La Teja, leyó unos mensajes de los seguidores que pusieron en la transmisión por Facebook Live.
“Yo soy muy morada, realmente estando en Saprissa y poniéndome la morada todos los días para entrenar y jugar los partidos es como que vivo mi sueño. Soy de las jugadoras más experimentadas del camerino, pero siento que sigo viviendo mi sueño de niña.
“Eso se muestra cada vez que voy a entrenar, cuando veo a los muchachos (equipo masculino) en el estadio, cuando la Ultra canta yo canto, este cariño que me demuestra la gente y al equipo para mí es muy emotivo porque Saprissa es el equipo de mis amores”, comentó.
En medio de la inspiración hizo una pausa para explicar que ese sentimiento no lo ha vivido en otro equipo, y es algo que solo le nace con el Monstruo.
“Por ratos he pensado ‘pucha, qué difícil es cuando no jugás con el equipo que amás porque igual debés ser profesional y me ha tocado hacerlo en el extranjero, donde he llegado a un equipo que no siento porque no pertenezco ahí, pero me trato de identificar lo más que pueda con ellos. Definitivamente, la sensación de salir a la cancha con la morada no ha sido la misma que en otros equipos.
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“Saprissa es mi equipo y trabajo, lo hice por mucho tiempo por amor y lo seguiría haciendo si fuera necesario porque amo el equipo. Soy saprissista, cuando me pongo la camiseta, salgo a la cancha, miro las gradas y pienso ‘pucha, estoy jugando con el equipo que amo’ y cuando he tenido la posibilidad de comparar los sentimientos con otros equipos, he visto mucha diferencia” sentenció.
Hasta es objeto de bullying de su pareja sentimental por la forma que vive los partidos y Venegas lo tome de buena manera.
“Mi pareja me vacila diciendo ‘es que sos demasiada morada’ (risas), pero ojo, aclaro que no soy envenenada porque no me voy a poner a pelear por Saprissa, pero ella lo dice porque me ve vivirlo demasiado como jugadora y aficionada al equipo masculino”, agregó.
Cuenta pendiente
En medio de la emoción de revelar ese amor por la morada, contó la cuenta pendiente que espera cumplir con el equipo en el futuro, un objetivo que solo lo tienen Alonso Solis, Evaristo Coronado, Walter Centeno, Gabriel Badilla y Edgar Marín.
“Mi sueño es retirarme en Saprissa y que mi camiseta esté colgada en lo más alto de la gradería, al igual que otros ídolos morados”, sentenció.
Agregó que hará todo lo posible por ganarse ese honor a punta de esfuerzo en la cancha, lo cual la convertiría, en caso que pase, como la primera jugadora del equipo femenino que lo logre.
Gran amistad
En medio de ese anhelo, se acordó de su amiga del alma Katherine Alvarado, quien por el momento, no juega con el club porque está lesionada de la rodilla derecha y gracias a su lesión nuevas líderes surgieron en el camerino como Priscilla Tapia.
“Cuando pienso sobre la camiseta, también incluyo a Katherine; de hecho, en un partido me preguntaron que si me hace falta ella en los partidos y les dije que sí. No saben lo que extraño a esta mujer en la cancha, es una gran amiga desde hace 15 años.
“Por momentos el año pasado me sentí sola intentando jalar al grupo y extrañaba a Ka (Katherine) porque era la que me ayudaba a jalar el barco, pero a raíz de su lesión han salido nuevas líderes que quieren ayudar y eso es muy bueno.
Caro contó que en unos tres meses, aproximadamente, Katherine volverá a defender la morada.