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Durante la década de los ochenta el fútbol nacional contó con una de las mejores gambetas que se recuerden, hechas por un jugador que no temía salirse del libreto y agarrar la pecosa para quitarse a cuanto rival le salía enfrente para arrancar los aplausos del público y dar espectáculo.
Ese era Adrián Dotti, quien con solo 10 partidos en el Saprissa se quedó en el recuerdo por sus “locuras” en la cancha, un jugador que interpretaba el fútbol como una vía para entretener a la gente, motivo de su pegue con la gente.
Para Carlos Watson, extécnico del Saprissa, jugadores con las características de Sobito, como era conocido popularmente, ya no hay, porque en tres décadas el fútbol nacional cambió mucho.
“Adrián era muy, muy diferente, la habilidad, la gambeta, finta, la picardía lo hacían único en la época, en un momento donde había jugadores y gambeteros extraordinarios”, destacó el entrenador.
Dotti fue encontrado muerto el domingo anterior, víctima de un infarto fulminante mientras esperaba un cateterismo para una cirugía que necesitaba en el corazón.
Este lunes por la noche fue velado en el Estadio Saprissa y tío Carlos, quien fue el último técnico que lo dirigió llegó a despedirse.
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“Un jugador como él ya no hay, me imagino que Wally Vaughns , ‘Chico’ Hernández, Edgar Marín eran como él, solamente que más verticales, Dotti lo que hacía era entretener a la gente con su gambeta. Un jugador con la intención de gambetear y jalar aplausos no lo tiene el fútbol nacional”, indicó Watson.
El problema en la carrera de Dotti fue su físico, pesaba solo 53 kilos y eso le costó su salida de Saprissa cuando llegó el uruguayo Raúl Higinio Betancour. Después de jugar con Curridabat y quedarse sin equipo, tío Carlos se lo llevó para Turrialba porque confiaba en sus condiciones.
“Con lo bueno que era tenía que jugar ahí, no podía sentarlo, a los buenos jugadores tienes que darles oportunidades”, agregó Watson.
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En la misma línea de don Carlos está el exportero morado Marcos Rojas, quien fue muy directo al decir que ahora los clubes se preocupan más por sacar atletas que futbolistas
“Ya de esos jugadores no quedan, ahora el fútbol es muy mecanizado y las prioridades cambiaron, hay más atletas que jugadores y eso hace que el fútbol sea un poco deslucido, le quita sabor”, explicó Rojas.
Uno de los guardametas más icónicos del Monstruo cree que al jugador hoy le falta esa chispa que tenía Dotti para sorprender hasta sus propios compañeros y sacarse de la nada jugadas del sombrero.
“Era muy creativo, jugaba de manera bastante extraña, tanto así que hasta tenía numeradas sus jugadas, nos decía, vea, voy a hacer la número 30, la 15, la 12, nosotros ni sabíamos cuál era cuál, pero siempre algo sacaba”, comentó don Marco.
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