Los “carajillos” de la selección, que tanto palo han llevado por las constantes críticas, sacaron la tarea este domingo y fueron fundamentales para derrotar a El Salvador 2-1 en el estadio Nacional.
Celso Borges, con una asistencia y un gol y Bryan Ruiz con otro pepino, se entregaron con todo, se reivindicaron y mostraron una cara muy diferente a la que venían enseñando, sobre todo el Capi.
Ruiz anotó el pepinazo del empate al minuto 51 y Borges selló la victoria con un penal a los 57 minutos. Esos goles remontaron la anotación de Jairo Henríquez, que había llegado al minuto 11.
Keylor en tiempo de descuento volvió a demostrar por qué es el mejor portero en la historia de la Concacaf y uno de los mejores del mundo en la actualidad.
El triunfo le da vida a la Tricolor, que llegó al cuarto lugar con seis puntos.
Sin embargo, más allá de la victoria, lo que más se puede destacar de la Sele es que, como la estaba viendo fea, apeló por la garra y el coraje para imponerse.
Bailados
El Salvador inició con todo, con presión alta si no tenía la pelota, con combinaciones y juego coordinado con la bola en los pies.
Los salvadoreños abrieron la cancha o jugaron por el centro, remataron, hicieron paredes y tenían asfixiada a la Sele.
En esa dinámica, la cosa no pintaba bien desde el inicio para los dirigidos por Luis Fernando Suárez, que cambió la línea de cinco heroica en Honduras, por la de cuatro, con la que hemos sufrido la mayoría de las veces.
Los ticos intentaban trasladar el balón de pie a pie para nivelar las acciones, pero eran demasiado lentos y predecibles.
Cuando parecía que la Tricolor empezaba a medio tomar confianza, al menos en la conducción de balón con algunos jugadores, vino el error de Keysher Fuller.
El defensor tomó la pelota en campo propio e hizo una diagonal de afuera hacia adentro, peligrosísima y complicada, hasta que lo cerraron dos hombres que le sacaron el balón.
La pelota le llegó a Enrico Dueñas, quien le dio un gran pase a Joaquín Rivas, quien de forma inteligente pivoteó y se la dejó riquísima a Jairo Henríquez, quien con un cañonazo rastrero y espectacular venció a Keylor Navas.
Con la soga al cuello, los ticos se sacudieron del dominio, pero también El Salvador se replegó y apostó al contragolpe.
A la nacional le cuestan los partidos. Cuando la marcan a presión y le cierran espacios, se nota la falta de dinámica y creatividad y este domingo, de no ser por Yeltsin Tejeda, que se comió la media cancha, nos hubiesen partido en dos en el primer tiempo.
El volante florense defendió, atacó, puso bolas, remató y nunca dio un balón por perdido, fue la versión más cercana a la que vimos de él en Brasil 2014.
Otro que se ganó sus buenos aplausos, al igual que Yeltsin, fue Rónald Matarrita, quien también fue pura entrega de principio a fin.
Los ticos tuvieron algunas opciones, se aproximaron pero con mucho centro y mucho juego largo. Por eso no extrañó que la táctica fija fuera cómplice de la Tricolor para generar peligro, porque jugando con la pecosa pegada al zacate, era poco lo que lograba armar.
Un frentazo de Francisco Calvo casi sorprende al portero Mario González y un jupazo con todo de Celso Borges, que el guardameta tapó con una reacción espectacular, fueron avisos de que la Sele quería el empate. Ambos jugadas nacieron en centros de Joel Campbell, otro de los puntos altos del equipo.
Pero lo mejor que mostró la Sele en el primer tiempo fue una jugada colectiva al 43, cuando Johan Venegas la botó inexplicablemente.
Calvo salió con bola domina y encontró en el centro a Campbell, quien abrió larguísimo con Bryan Ruiz, este no dio la bola por perdida, ganó la línea de fondo, se llevó una marca y se la dio con ventaja a Campbell.
El remate de Joel fue rechazado por el portero hacia el lado izquierdo, donde apareció el Cachetón, solo, pero la mandó a volar de tal forma que con nada y la bola aún no ha caído.
El primer tiempo dejó la sensación de que se pudo empatar, pero de que también El Salvador nos podía hacer daño en cualquier momento.
La garra
El complemento fue soñado, o por lo menos hasta el minuto 60.
La Tricolor avasalló a El Salvador, cierto que con algo de fútbol, pero sobre todo con esa actitud y con esas ganas que tanto extrañábamos.
Tejeda, Matarrita, Joel, José Guillermo Ortiz --fue titular--, Jonathan Moya --que entró de cambio--, Celso, Ruiz, Calvo, Duarte, todos ellos se arrollaron las mangas. Hasta Venegas, desafortunado en la definición, le puso bonito en la mejenga y Fuller, pese a la torta se lavó la cara con un par de buenas coberturas que la afición le reconoció con las palmas.
El éxtasis llegó al minuto 51 cuando Campbell hizo un bailecito por la derecha y ubicó a Celso en la esquina del área. El volante sacó un centro pasado donde cerró el Capi de cabeza y la mandó a guardar.
En el ambiente se sentía esa cosa rara en la panza cuando uno sabe que viene otro gol y que no tardará. ¡Y así fue!
“Es una excelente victoria, necesaria, me gustaría decir que no se va a sufrir, pero no será así, será complicado para todos y se definirá en las últimas fechas”
— Bryan Ruiz
En una salida rápida, otra vez Joel tuvo que ver mucho. Rajó a un rival en el medio campo y ubicó a Celso en un contragolpe fulminante. El volante se la puso de barrida al Chirriche, quien se quitó a Mario González, pero el portero, en la desesperada por evitar el gol, le cometió falta. ¡Penal!
Un minuto después, Borges ejecutó un penal perfecto que puso a brincar a los cinco mil aficionados que estaban en el estadio Nacional.
La ventaja hizo variar el estilo de juego. La Sele se pausó, pero controlando el juego y metiendo pata ante unos cuscatlecos que son todo corazón. Por eso el triunfo sabe bien.
Faltando un cuarto de hora, la Sele volvió a armar una linda jugada. Tejeda hizo un gran pase por la derecha a Randall Leal, quien ubicó a Moya y este sacó un cañonazo que iba para el ángulo, pero que terminó en tiro de esquina por el desvío de un zaguero.
Cambpell también tuvo el tercero en sus pies, pero su remate fue desviado por el portero González.
Pese a que la Sele amenazaba con matar la mejenga, El Salvador no dejó de luchar y sobre el final del partido aún tuvo fuerzas para ir adelante y ponernos a sufrir.
Pero para eso está Keylor. El portero del PSG, otra vez, le salvó los cartones a la Sele con un tapadón al minuto 91.
La jugada nació en un tiro libre peligroso cerca del área. Los salvadoreños jugaron rápido y se la dieron a Alex Roldán, quien sacó un remate impresionante, arriba, al ángulo.
Era un baño de agua fría si entraba, pero el Halcón voló y a mano cambiada la mandó al tiro de esquina. Por eso, Keylor vale lo que vale.
Al final, se ganó bien, con mucho esfuerzo, con mucha entrega y ante un rival bravo, que nunca se entregó.