En Costa Rica los cañones se encuentran en medio de bellezas naturales y “disparan” calma y aventura en vez de destrucción.
Así es en Bajos del Toro, un pequeño pueblo de Sarchí que empezó a ganar fama por sus espectaculares senderos, cataratas sorprendentes y cañones pronunciados y retadores.
Por eso Bajos del Toro recibe cada vez más gente que ama la aventura, en particular a quienes practican el “canyoning” (algo como así como cañoneo, o sea, andar en los cañones de los ríos).
El lugar enamora a quienes disfrutan el contacto con la naturaleza. Los fanáticos del “canyoning” del país le ven un potencial enorme para que se convierta en una de las capitales mundiales de este deporte.
Hacer “canyoning” y descubrir caminos y zonas inexploradas puede ser tan asombroso como peligroso si no se tienen la experiencia y el conocimiento suficientes. Hay que hacerlo al lado de conocedores.
En Costa Rica existe un grupo llamado Toros, que desde hace cuatro años anda de aquí para allá –incluso fuera de nuestras fronteras– descendiendo por cataratas, disfrutando en cañones y en terrenos rudos. Pero es lo que les encanta.
Ellos están convencidos de que Bajos del Toro tiene todas las condiciones para atraer aventureros y fanáticos del “canyoning” de todo el planeta, con lo cual ayudaría al turismo local.
Para comprobar que lo dicho por los Toros es así, un equipo de La Teja se mandó valiente con ellos y otros reporteros a conocer una parte de las montañas de Bajos del Toro y a “cañonear”, experiencia que terminó bien por su gran ayuda.
Daniel Rocci, uno de los fundadores del grupo, nos contó cómo se fueron enamorando de esta zona del país y nos habló del potencial que le ven, algo que tuvo mucho que ver para la creación de Toros.
"Toros nació por Scott Trescott e Isaac Naranjo. Ellos no hacían ‘canyoning’ sino montañismo con un grupo de San Carlos y empezaron a venir y se dieron cuenta de los cañones profundos y bellísimos que tenía la zona y me hablaron de ella.
“Yo al principio hacia canyoning con mi novia, habíamos ido a Estados Unidos y hecho un poco allá, pero yo no tenía claro que Costa Rica tenía tanto potencial en esto. Yo estaba en pañales en el tema, pero hacíamos alguito y Scott vio que el alguito que hacíamos era más que lo que él hacía”, explica Daniel.
Generalmente a este deporte se entra por alguna puerta lateral, montañisno, espeleología (exploración de cuevas), escalada, rapel, senderismo u otros deportes de montaña.
Es así porque el “canyoning” los reúne prácticamente a todos y termina siendo como el nivel más avanzado.
Hablamos con Rocci después de pasar unas cinco horas entre barriales en la selva, atravesando ríos con piedras enormes y una vez superadas dos cataratas (una de 30 metros) haciendo rapel.
Habiendo logrado eso quedaba una caminata en subida (como de una hora) hasta la parte más alta de la finca donde estábamos metidos.
Cuando ya no dábamos más, principalmente por el cansancio en las piernas, Allan –un miembro de Toros– dio un consejo vital: “que la mente mande sobre el cuerpo”.
No es jugando
A la montaña nos metimos rogando a Dios que no lloviera a medio camino ni en una zona de la cual ya no podríamos devolvernos.
Eso habría complicado mucho la aventura porque los caminos y las piedras eran ya lo suficientemente resbalosos.
“Cuando empezamos a recorrer estos cañones estábamos bien pollitos. Fuimos aprendiendo haciendo, nos metimos en muchos cañones donde tuvimos que buscar rutas de escape intermedias. Nos tomó hasta seis recorridos para conocer algunas”, recuerda Daniel.
“Ya ahora estamos haciendo rutas muy chivas, no fue que llegamos a la primera y éramos superexpertos y lo hicimos. Repetir las rutas siempre es más fácil porque ya está todo armado, es muy diferente”, añadió.
Uno de los principales proyectos de Toros es su sitio web (www.toros.cr.com), en el cual documentan con fotos y con historias sus experiencias para que otras personas conozcan estas zonas sin explorar y todo lo que ofrecen.
Quieren que quienes visitan la página sepan de antemano a qué se enfrentarán si deciden meterse en este mundo.
“Cañones bonitos hay en todo el mundo, pero lo importante es que haya varios próximos uno del otro”, indicó Daniel.
Lugares en Utah (Estados Unidos), en Suiza y hasta en Ecuador (algo más cerca de nosotros) tienen mucho jale en esta disciplina. Lo bueno es que, como ya lo saben los Toros, Tiquicia no tiene nada que envidiarles gracias a Bajos del Toro.
“Hay lugares bellísimos, de lo mejor que he visto”, dice Rocci sin dudar ni un segundo.
El grupo bautiza los lugares que descubre. A uno de allí, de Bajos del Toro, le pusieron Mordor por el parecido con el país de El señor de los anillos
Muy seguros
Cuando llegamos a la parte alta de la segunda catarata, la cual era de unos 15 metros, había una gente en la parte baja, disfrutando toda la belleza natural.
El grupo se quedó viendo hacia donde estábamos y nos señaló, pensando seguramente en cómo diantres llegamos a ese punto y sorprendido por el equipo de seguridad que llevábamos.
En la ruta fue necesario ponerse casco, por cualquier piedra o cosa que puede caer, guantes para cuidarse las manos y un traje de neopreno para aislar el cuerpo del frío del agua.
Uno de los que velaba por la seguridad en la expedición era Ronny Gutiérrez, quien aportó el equipo de parte de la empresa Petlz y organizó el viaje junto con el Grupo Escalar.
"No diré que es una actividad imposible de realizar, es factible, pero tiene su nivel de dificultad. Hay que tener muchos cuidados y un acercamiento al ‘canyoning’.
“En el país muchas veces le llaman ‘canyoning’ a descender un torrente y ponen una plataforma artificial, que se sale de lo natural. Esto es más que hacer rapel en una catarata”, aclaró Ronny.
Él también alabó las condiciones que tiene Bajos del Toro y aconsejó a quienes deseen meterse a esos cañones que lo hagan muy bien asesorados y sean muy cuidadosos con el equipo, que debe ser bueno porque de él puede depender la vida de los aventureros.
Los Toros seguirán descubriendo y allanando el camino para muchos en Costa Rica, donde las bellezas sobran, pero conquistarlas no es jugando.
Precauciones |
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A la hora de hacer “canyoning” es vital revisar que el equipo esté en perfectas condiciones, sin oxidación. Además debe verse que sea certificado, lo cual se le debe exigir a cualquier agencia de turismo que cumpla. También debe cumplir todas las normas de seguridad y ser revisado antes de hacer un tour, nos dijo Ronny Gutiérrez, gerente técnico de Petzl para Centroamérica y Caribe. |