Johan Venegas la está pasando muy bien como saprissista y la verdad es que no le extraña.

Lo sabía desde que tomó la decisión de firmar con el Monstruo, el 21 de diciembre del 2017. Dice que se dio cuenta de que estaría a gusto y le iría bien gracias a un mensaje que recibió en un estudio de la Biblia.

La carrera del Cachetón como morado le ha dado un campeonato y un subcampeonato; además los morados están ya clasificados para luchar por la estrella 35 de la institución tibaseña.

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“Para verdades el tiempo (ya han pasado año y cuatro meses) es lo que dice la famosa frase. El tiempo nos ha dado la razón tanto a Saprissa como a mi persona porque se han logrado objetivos.

“El rendimiento ha ido de menos a más y lo importante es que mi familia está cómoda y estable, al final es por ellos es que uno toma una decisión. Cuando se me presentó la opción (de ir a Saprissa) la consulté con Dios en oración y con mi familia y ha sido una gran bendición”, afirma.

Por esa felicidad es que está deseando empezar la semifinal el domingo (3 p.m) ante Pérez Zeledón en el Valle de El General.

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“Antes de que se diera todo, creo que en octubre o agosto, en una noche de oración que asistía a la casa de Armando Alonso. Dios me dio una palabra y me dijo que me iba a traer a Costa Rica por un poco tiempo, que me iba a dar la opción de escoger a cuál equipo quería ir. Recibí la palabra y como Dios me la dio sabía que no importara la decisión que tomara, Él me iba a respaldar y así ha sido”.

Johan dice que cuando recibió ese mensaje estaba pasando por unos días en los que ya no tenía ganas de seguir en la MLS (Estados Unidos con el Minnesota United F.C).

Quería un nuevo reto, sentir la presión de luchar por un título y una afición que lo empujara a mejorar.

“Cuando se presenta esa palabra la recibí con tranquilidad y felicidad porque era una respuesta a mis oraciones”, recordó.

Además, de haberse quedado con Alajuelense seguiría sin celebrar campeonatos.

Los dos grandes maestros

Johan contó que ha tenido dos técnicos que lo han marcado: el actual, Wálter “Paté” Centeno y Óscar “Macho” Ramírez, que lo dirigió en Santos, Alajuelense y la Sele.

"He tenido muchos técnicos, creo que cada quien tiene su librillo. Creo que trabajan muy parecido, la diferencia es que Wálter le exige a uno sacar la bola limpia desde atrás, los movimientos que tiene en ofensiva son muy buenos y le abren a uno la perspectiva del fútbol”, dice.

“Sí lo hubiera conocido (a Wálter) a los 16 o 17 años tal vez hubiera tenido otro tipo de futuro y habría cumplido mi sueño de haber jugado en Europa”.