Desde el barrio de Fray Casiano de Puntarenas, justo detrás de la escuela, la familia del joven delantero manudo, Jurguens Montenegro, pide más minutos para su pequeño.
Jurguens debutó el fin de semana pasado ante Liberia, fueron 13 emocionantes minutos para el padre del futbolista de 16 años, Hipólito Montenegro, la madre Leticia Vallejo y la abuela Rafaela.
Ellos ya quieren verlo de titularísimo y anotando muchos goles con la rojinegra.
Y es que esta familia es de pulseadores, a Hipólito apenas le dio chance de llegar a ver el juego de su hijo por televisión y doña Rafaela, apenas agarró el final, esto porque ambos se ganan la vida como molusqueros y todos los días salen a las 4 de la mañana al estero, donde buscan pianguas, almejas y otros tipos de conchas.
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"Aquí la vida nos la ganamos madrugando, salimos en panga al estero a buscar moluscos para poder ir a comercializarlos, es algo que nos deja para sobrevivir, en mi caso le pagaba pensión a Jurguens, pero cuando estaba más pequeño mi hijo decidió que ya no le pagara más pensión para ayudarme” dijo Hipólito
El orgulloso padre recibió una llamada de Gorro, como le dicen a su hijo, el domingo a las 11 de la mañana y le contó que había una posibilidad de jugar su primer partido en Primera División.
"Yo quedé con mucha alegría y deseándole la mayor de la suerte a mi chiquito” dijo Hipólito.
Jurguens tiene otros tres hermanos, pero él fue más ceñido en jugar fútbol y a base de mucho esfuerzo logró llegar hasta Liga Deportiva Alajuelense.
“Los cuatro siempre han jugado bola, pero Jurguens se metió más de lleno en el fútbol iniciando en la selección de la escuela y al salir de la escuela estaba estudiando en un nocturno y luego fue jugando en equipos del cantón, fue muy disciplinado hasta la fecha, eso nos alegra” dijo el papá.
Doña Rafaela García, es la abuela paterna, y la que casi se pierde el debut del porteño porque andaba entregando una pianguas a un cliente.
“Uno se siente supercontenta al ver a un nieto jugar en un equipo como la Liga, es un momento donde se siente de todo y hasta las lágrimas se le salen a uno de ver a mi chiquito debutar, ya que ese era su sueño” dijo Rafaela.
Madre orgullosa
Doña Leticia se sintió más que contenta por su hijo, pues lo vio pasar de jugar en un equipo de Cóbano de Puntarenas a la Liga.
Fue en un partido en Turrucares donde Enrique "Quique" Vázquez lo vio jugar y en ese momento lo llamaron para que se presentara con los manudos.
“Para mí fue más que alegría, me sentí orgullosa , estaba desesperada de ver que no lo metía y cuando lo metieron fue una alegría que se me salía el corazón, él tenía ese sueño de jugar en un equipo de Primera División y el partido lo vieron todos sus hermanos y algunos vecinos en mi casa, fue una contentera” dijo Leticia.
Doña Leticia espera poder ver a su pequeño jugar este próximo sábado ante Cartaginés pero que lo dejen más tiempo para que demuestre su fútbol.
“Espero que pongan más tiempo a mi pequeño, el sólo tiene 16 años y con más tiempo en la cancha sé que demostrará un bonito fútbol” dijo doña Leticia.
Su hermano Stwart fue su compañero de cancha junto a su otro hermano Kevin y para él ver a su hermano menor jugando es un orgullo.
“Ver a mi hermano jugar es algo muy bueno ya que el juega mucho y tiene muy buena mente para jugar, eso me llena de mucha alegría a mí y mi familia” dijo Stwarts.