Con tan solo 20 años, Bryan Segura ya sabe lo que significa ser campeón nacional y no necesitó jugar con Saprissa, Alajuelense o Herediano para saborear las mieles del éxito.
Este portero, quien es vecino de Chimirol de Rivas de Pérez Zeledón, comunidad que se localiza a 15 kilómetros del centro de San Isidro, se convirtió en una figura clave para que el equipo del Valle de El General obtuviera su primer título de campeón, hace una semana, al ganarle la final a Herediano con global de 1 a 0.
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"Después de jugar la final, nos dieron libre hasta el 2 de enero”, contó el jugador este jueves desde la caliente Pérez Zeledón.
Allá pasó el 24 y 25 de diciembre con la familia, de hecho, contó orgulloso que aunque el mejor regalo que recibió fue el título de monarca del fútbol tico, también se autorregaló un Yaris modelo 2010, para el que tuvo que ahorrar platica durante todo el año.
Segura es uno de los porteros jóvenes con más proyección del país y recuerda que su amor por el arco le nació hace diez años y que surgió por esa cualidades raras y bonitas de la vida.
Todo empezó en el patio de su casa, ubicada en las faldas del cerro Chirripó, un lugar donde el clima es frío y poco tiene que ver con el calor que se raja en Pérez Zeledón.
"Desde pequeño (10 años), en mi casa había una cancha de fútbol, así que tenía un marco y como no había nadie que quisiera atajar, yo me ponía. Eso (de ser portero) uno lo trae y a mí siempre me atrajo", cuenta orgulloso este guerrero del sur.
A Bryan le tocó debutar a los 16 años con los sureños, en un juego ante el Cartaginés, en el estadio Fello Meza y el cual perdieron 2 a 1.
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Como Bryan es de Pérez Zeledón muchos creen que esta tierra tiene algo especial para sacar buenos arqueros, ya que ahí también dejó el ombligo Keylor Navas, arquero del Real Madrid. Pese al halago, el joven portero demostró su humildad y considera que solo se trata de una linda coincidencia.
"Aquí (Pérez Zeledón) nos caracterizamos por ser personas de agallas, gente que no se arruga, que lucha y trabaja, sobre todo en la carrera de portero. A todo esto se le debe sumar el talento que se traiga", responde con seguridad el jugador.
Actualmente Segura no tiene representante, pese a que recién terminado el campeonato se acercó uno que otro a ofrecerse, aunque aclaró que Ricardo Cabañas, representante de Navas no estuvo entre ellos.
Segura jugó las últimas mejengas del campeonato lesionado y el pasado miércoles, un ultrasonido reveló que el desgarro en el muslo de la pierna derecha seguía abierto, por lo que no empezará jugando el torneo, ya que requiere de 22 días a un mes de recuperación.
Esto último no le quita las ganas ni las metas que se ha fijado para el Clausura 2018, donde los isidreños debutarán ante Limón, el domingo 7 de enero, en el Juan Gobán, para empezar a defender el campeonato.
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"Quiero seguir consolidándome, ayudando al equipo y creciendo como futbolista. Cada torneo lo pongo en manos de Dios para seguir luchando", señaló Segura,quien durante estos días ha estado muy solicitado por los seguidores del equipo generaleño cuando lo ven por las calles de San Isidro de El General.
Quiere verlo con calma
Al ser consultado sobre el juego de vuelta de la final ante el Herediano, asegura que solo ha visto la repetición del primer tiempo y debe sacar el rato para ver la mejenga completa y con calma.
Ese choque demostró el temple de los nuevos campeones, que no aflojaron y sacaron el empate sin goles del Rosabal Cordero, lo que les permitió debutar como monarcas del fútbol tico, gracias al 1-0 logrado en la mejenga de ida.
Bryan siempre estuvo seguro de que ganarían el título en el Rosabal Cordero y reconoció que con el pitazo final del central Keylor Herrera vivió una emoción inexplicable.
"Nunca perdí la fe, sabíamos que Herediano saldría con todo, que tendríamos un partido sumamente complicado, pero teníamos la fe de que aguantaríamos.
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"La alegría fue increíble, me tiré al suelo, ya que no podía ni correr por la lesión y lloraba de la felicidad. Es un sentimiento que nunca antes había tenido, no hay palabras para describirlo, solo el que lo ha vivido sabe lo que es", dijo el segundo de cuatro hermanos varones.
Regresar en bus hasta San Isidro, la madrugada del domingo 24 de diciembre, fue de "mucha loquera", así que ninguno pudo dormir y menos cuando llegaron al parque de San Isidro de El General, donde los esperaban cientos de seguidores.
Segura recuerda que cerró los ojos a las cinco de la mañana y se levantó al mediodía, pero sin haber descansado mucho.
Sobre los halagos que recibe por parte de la prensa y aficionados, este bachiller del Liceo Sinaí, en Pérez Zeledón, los agradece, pero no evita crecerse, porque sabe que así como lo halagan, también lo pueden criticar.
En el plano más personal, el arquero contó que tiene tres hermanos: Keylor, de 23 años, Cristian, de 12, y Justin de 9 añitos.
Su mamá, Ana Cruz, es ama de casa y su papá, Keirin Segura, bretea en una empresa de alarmas, en el centro de San Isidro.
Pese a que nunca le ha preguntado a su mamá por qué lo bautizaron con el nombre "Bryan", Segura no cree que haya sido en honor a algún futbolista.
Recuento del año que se acaba
Para estar acorde con el fin de año que dirá adiós este domingo, le pedimos a Segura que nos dijera cuál había sido el momento más duro que vivió en el torneo y respondió que el partido que empataron a tres ante Alajuelense, en el Morera Soto, el pasado 2 de setiembre.
"Tuve un partido malo, como todos lo podemos tener. Tuve un mal día, un fallo que me costó el puesto, pero es parte de ese aprendizaje", contestó en referencia a los dos goles que le hizo Álvaro Aguilar, en apenas 8 minutos.
Pero como en esta vida no todo es malo, el juvenil recordó cuál fue el mejor momento del Apertura 2018 y sobra decir que conquistar el primer campeonato para los isidreños.
"El ser campeón es el premio más grande que puede tener uno. La medalla la tengo en mi cuarto para poder verla todos los días", contó feliz.
Al técnico José Giacone, Bryan lo describió como un gran entrenador, que sabe mucho de fútbol, que es muy exigente y un buen técnico.
Tener a un técnico como Giacone, trabajar con mucha humildad, ser conscientes de que el camino al título no sería fácil y no dejar de creer, son las razones que enumeró Bryan como fundamentales para ser campeones.
Antes de terminar la entrevista, Bryan nos dijo que para relajarse le gusta ir a la playa, especialmente porque le queda a menos de una hora de distancia de su casa.
Como buen veinteañero, Segura pasa pegado al celular, tiene cuentas en todas las redes sociales y en estos días le han aumentado la cantidad de solicitudes de amistad.
"Por ahora solo estoy jugando, pero quiero ir a la U. Mis metas son jugar fuera del país y en la Selección", concluyó.
No dudamos que si se mantiene humilde y tan ubicado como hasta ahora, Bryan logrará todo lo que se proponga.